En algunas bodegas mallorquina que, en un inicio plantaron variedades foráneas, especialmente francesas, se aprecia ya cierta a tendencia a apostar por varias autóctonas, como Manto Negro, Callet, Gorgollassa, Moll o Giró Blanc. El Manto Negro, uva que mantiene parte de su hegemonía inicial respecto a otras clase de uvas, si bien se ha ido rebajando su cuota en favor de otras variedades no autóctonas, en la DO Binissalem, da ya avances positivos. Entre las bodegas de la citada DO, con un monovarietal de Manto Negro, está Biniagual. Su tinto Manto Negro 2014 es una apuesta de esta bodega, bien acogida por quienes buscan uvas autóctonas en los vinos mallorquines. Una vez lograda la vinificación permaneció siete meses en barricas de 500 litros, de roble francés. Ofrece un tono rubí con cierta intensidad. Se captan aromas a frutas rojas maduras, especias y monte bajo. Su paso en boca es intenso, aflorando notas afrutadas, con largo final.
*Le van las costillas de cordero a la brasa, ´frit´ de Pascua o pescados al horno. Acompaña un queso de ´uvella rotja´ de Inca, a medio madurar.
