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¿Llegaremos al objetivo en tres años?

La Unión Europea avisa a España de que debe dar un giro de 180 grados en su política de residuos para cumplir con sus compromisos

Planta de valorización energética de Son Reus.

Periódicamente, la Unión Europea analiza en qué estado se encuentran los países miembros en los diferentes temas comunitarios. Estos seguimientos, que van acompañados de recomendaciones, tienen, entre otras finalidades, el que los países que la integran cumplan con los objetivos establecidos por la directivas comunitarias.

Uno de los últimos informes elaborados hace referencia a diferentes recomendaciones sobre la gestión de residuos en España. A día de hoy y según Eurostat con datos de 2013, en nuestro país se generaron casi 21 millones de toneladas de residuo. O dicho de otra manera: en 2013 cada español generó 449 kilos de basura. De todos ellos, 88 kilos se reciclaron (20 % del total), 46 kilos (10 %) fueron compostados, 44 kilos (10%) incinerados y el 60 % terminaron en vertederos. Esta fotografía con datos a año cerrado contrastan con los compromisos a cumplir de cara 2020 donde se establecen que todos los países miembros deberán reciclar el 50 % de los residuos generados. Este porcentaje se incrementará hasta el 70 % en 2030 reduciendo al 5 % lo que va destinado en vertederos.

Sin embargo, no todos los países salen del mismo punto. Si la media europea de reciclaje se encuentra en el 44 %, España con un reciclaje del 20 % y el 60 % con destino final el vertedero está en el pelotón de cola y con una tarea pendiente que se antoja titánica. Nuestro país sí que cumplió con los objetivos marcados en 2006 y 2009 donde se establecían unos límites más laxos de todos aquellos residuos que terminaban en vertedero. Sin embargo, en 2010 el volumen de residuos orgánicos municipales depositados en vertederos creció en algo más de 6,2 millones de toneladas. Un volumen que no se destinó al reciclado y que vulneró la directiva. "Desde 1995, el depósito en vertedero de residuos orgánicos se ha incrementado una media de 315.000 toneladas por año", apunta un informe de la Unión Europea.

¿Qué está fallando? ¿Qué decisiones hay que tomar para que España cumpla con el objetivo de reciclar el 50 % de los residuos en tres años? Para la primera pregunta la Unión Europea tiene claro qué está pasando. "Las causas de esta situación se deben a que no hay incentivos para gestionar los residuos de acuerdo con su jerarquía de tratamiento; no hay suficiente implantación de la recogida de puerta a puerta de residuos; no hay coordinación entre las diferentes administraciones; no se gestiona correctamente la fracción orgánica de residuos municipales y no se ha desplegado suficiente los sistemas de responsabilidad ampliada del productor", añade el informe.

¿Qué hay que hacer para revertir la situación? La Unión Europea también tiene respuesta y ha hecho un resumen de lo que, a su juicio, son las líneas a seguir. Recomendaciones a valorar para no lamentar las más que posibles sanciones que están por llegar en pocos años.

Las recomendaciones

Las diferentes recomendaciones que ha hecho la Unión van en la línea de dar cumplimiento a las Directiva de Vertederos y la Directiva de Residuos, que a día de hoy, se incumplen en nuestro país y que, salvo giro copernicano, seguirán incumpliéndose sine die.

Por ello, se hace imprescindible, a juicio de la Unión, la introducción de una tasa nacional sobre el vertido de residuos municipales así como la coordinación para la actualización de los planes regionales de gestión de residuos, muchos de ellos pendientes de revisar y actualizar. Y es que muchos de ellos no cuentan con objetivos alineados con las obligaciones a nivel estatal, es decir, se encuentran desfasados respecto la legislación europea y española.

Otro de los aspectos por los que aboga la Unión es la introducción y regulación de políticas e instrumentos cuyo objetivo sea la preparación para la reutilización. Es decir, para todos aquellos elementos que pueden tener una segunda vida, como antiguos electrodomésticos o muebles, repararlos para reintroducirlos como equipos de segunda mano.

Además, se propone la necesidad de ampliar las fracciones de recogida selectiva que se llevan actualmente a cabo, haciendo especial hincapié en la recogida de materia orgánica, testimonialmente presente en nuestro territorio. Además, y para aquellos residuos que no han sido seleccionados por parte del generador, se apuesta por la construcción de plantas de tratamiento mecánico-biológico para separar, del contenedor de rechazo, las fracciones valorizables. De esta manera, se podrían recuperar vidrio, plástico, metales, papel-cartón y fracción orgánica que actualmente terminan en vertedero o incinerado.

Otra de las grandes tareas pendientes que señala la Unión Europea es la falta de instrumentos económicos para aplicar la máxima de ´Quién contamina, paga´. Así se busca reformular los tributos municipales a fin que cubran el 100 % de los costes de la gestión de residuos.

Para cerrar el informe, la Unión apuesta por el monitoreo del flujo interregional de residuos así como fomentar la eficiencia y la economía de escala en la explotación de las plantas de tratamiento de residuos.

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