En invierno, la verdura del tiempo y la carne de cerdo conservada en las tinajas con sal gruesa, era una buena solución para la intendencia casera y alimentar la familia día a día. Nos contó esta receta „no exenta de colesterol„ Antònia Tugores Mestre, ´Roja´ (Ariany, 1929) una mujer que conoce y domina como pocos todos los registros de la cocina popular.
Ingredientes:
Col blanca o borratxona, tocino, un botifarró por comensal, cebolla, tres tomates de ramellet, ajos, laurel, mejorana, aceite, sal y pimienta.
Preparación:
1.- Desalaremos el tocino, lo cortaremos en trozos más bien grandes y lo freiremos con ajos.
2.- Cuando esté casi hecho, añadiremos los botifarrons cortados por la mitad (dos medios por comensal); cuando éstos ya están algo fritos, los sacaremos de la sartén para que no se desmenucen.
3.- Agregaremos al sofrito una cebolla picada. Removeremos. Coceremos a fuego lento para que no se queme.
4.- Al cabo de unos minutos, introduciremos los tomates pelados y bien picados.
5.- Cuando se haya formado la salsa, introduciremos la col cortada (mejor si es la parte tierna del interior) y la sofreiremos junto con el resto, agregando una hoja de laurel, una ramita de orégano o mejorana, pimienta y sal, sin olvidar la sal que pueda contener el tocino. Cuando esté en su punto, añadiremos los botifarrons.
6.- Colocaremos el frito en una greixonera y lo adornaremos con rebanaditas de pan frito alrededor.