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Entrevista

Alberto Tous: "El postureo denota falta de personalidad. Es enseñar algo que no es real"

Alberto Tous nos recibió en su atelier en Palma. lasiestapresscom

El diseñador mallorquín, con nuevo taller en Palma, renuncia a la pasarela pero no a la moda. Acaba de presentar una minicolección de prendas en piel y prepara nuevos retos. Entre la formación y la hostelería se ha “reencontrado” estos años. Recibe a DIARIO de MALLORCA en su taller, o como él mismo lo define, su burdel. “Por lo desordenado”, aclara.

-Tras su último desfile en Cibeles, en 2009, desapareció de la escena mediática. ¿Dónde se había metido?

-Estuve dos años dando clases de diseño en la Politécnica de Madrid. Ser profesor me ayudó mucho porque es aprender de nuevo tu profesión. Enseñaba cómo buscar la creatividad a los alumnos. Fue un ejercicio de enriquecimiento mútuo. Es algo que me vuelve loco, me encanta ser profesor. Después me sumé al proyecto de mi madre que abrió un restaurante (La Bassa) en Lleida. Ayudé en el diseño del interior del local y en todo lo que podía. Pero la hostelería no es para mí.

-Sorprendente que enseñe creatividad cuando ni usted mismo sabe definir cómo son sus piezas o cuál es su fuente de inspiración.

-(Risas) Yo siempre digo que es el tejido el que me lleva a una idea. No soy buen dibujante y no plasmo en papel el diseño. Toco la tela, la manipulo... Hago patrón, claro, pero cuando tengo las ideas claras. Digamos que yo diseño en 3D. Además, enseñar creatividad también me sirvió de inspiración. Al final, es lo que respiras, lo que ves, lo que siente, lo que te lleva a un determinado tipo de prenda u a otra.

-Eso explicaría porque parece que en la moda ya todo es copia.

-A mí la democratización de la moda me encanta. Que Zara sea un referente no me parece tampoco mal. Ni bien. Todo el mundo se copia, lo hacen las grandes firmas. Eso no quiere decir que sea a propósito pero el mundo es global, y más con internet, y al final todos bebemos de las mismas fuentes.

-¿Dónde queda entonces la originalidad, el diseño único, la exclusividad?

-En la persona que luce esa prenda. El eclepticismo hoy es más necesario que nunca.

-¿Mallorca es capital de moda?

-Ni mucho menos. Primero, porque casi no hay diseñadores isleños que apuesten por ella, no sé si a causa de la falta de apoyos o porque han decidido iniciar nuevos caminos. Segundo, porque no me parece que mucha parte de la población sepa vestir bien. Y con esto no estoy diciendo que vistamos mal. Lo que quiero decir es que no le damos a la moda el valor que se merece. En Milán, por ejemplo, el 70% de sus ciudadanos trabajan para el sector. Eso, inevitablemente, se nota en sus calles.

-Podríamos hablar entoces del ‘postureo’, o de lo que nos gusta un ‘selfie’.

-El ‘postureo’ no es más que falta de personalidad mezclado con querer aparentar lo que no eres. Y sí, de eso hay mucho.

-¿Tiene algún icono de elegancia?

-Hay mucha gente que me gusta. Por ejemplo, Isabel Preysler. Es elegante, aunque no sería mi perfil de mujer ni mis diseños son para ella. Me gusta mucho la modelo Cara Delevingne, tiene una personalidad arrolladora. Eso es lo importante. Ser fiel a uno mismo.

-¿Y de nuestra Familia Real? Ahora todas las miradas están puestas en la reina Letizia y su firme apuesta por Felipe Varela.

-A mí la que me gusta es la infanta Elena, capaz de ponerse un mantón de manila para ir a una boda y lucirlo bien. También, en su línea, me gusta doña Sofía. Personalmente, a Letizia le diría que apostara, por ejemplo, por diseños de Josep Font. Su trabajo con Delpozo me parece exquisito. De lo mejor de estos últimos tiempos.

-No le gusta que digamos que regresa a Mallorca porque o nunca estuvo del todo o nunca se fue. Pero sí que es verdad que está de vuelta con nueva colección.

-Decidí dejar la docencia y volver a la isla sin hacer mucho ruido. Abrí este pequeño atelier en 2014, al que yo llamo burdel por el desorden, y atender a clientas y amigas. Me surgió después la posibilidad de trabajar con la Fábrica Rancoll y la piel como tejido. No lo había hecho nunca y la experiencia me ha encantado. En realidad no he diseñado una gran colección sino unas piezas básicas -chaquetas, cuellos...- que están ya a la venta, y para principios de año haré una nueva línea. Aunque ahora tengo en mente hacer una colección propia. Para febrero, quizás.

-¿La presentará en un desfile?

-Si te soy sincero, ahora huyo de los desfiles. No me gustan. Un desfile es más para alimentar el ego personal del diseñador. Y yo soy atípico. Lo cierto es que no me gustan los aplausos.

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