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La cata

Sauvignon Blanc 2015, un blanco realizado con una variedad muy universal

Adecuado por los frutos de la mar, recetas asiáticas, pastas o bullabesa. Le van el queso cremoso de oveja, así como la Torta del Casar.

Una de las uvas francesas introducidas ya en alguna viñas de Mallorca, especialmente del Plá, en los últimos años, después de ser autorizada oficialmente, es la blanca Sauvignon Blanc. Es una variedad con la que se logran vinos tan atractivos como elegantes, algo que ya se aprecia en los blancos mallorquines elaborados con ella. La paternidad de la Sauvignon Blanc se la llevan Burdeos y el valle del Loire, aunque actualmente los más famosos son los de Nueva Zelanda. Uno de los primeros blancos monovarietales a nivel de la isla, conseguidos con esta variedad gala, es el Sauvignon Blanc 2015, elaborado por la bodega Macià Batle. La vinificación se realizó en depósitos de acero inoxidable, con reposo posterior en bodega. Ofrece una tonalidad amarilla con toque dorado. Se dejan notar los aromas a fruta del trópico, con notas florales y a bosque otoñal. Ya en boca ofrece una acidez equilibrada y frescura final.

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