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Desde Francia

Ser o no ser

Ser o no ser

¿Fillon o Juppé? esa es la cuestión. Aparentemente banal o anodina, al fin y al cabo estamos hablando de dos candidatos de un mismo partido, de la derecha francesa de toda la vida. Pero resulta que ahora, tras una sorprendente, e inesperada -de nuevo todos los sondeos y pronósticos de los analistas han errado el tiro- victoria de Fillon en la primera vuelta de las primarias de la derecha nos encontramos ante un nuevo escenario. Las primeras "primarias", insisto, -abiertas a todo ciudadano/elector previo pago de 2 €- han sido un éxito de participación, más de 4 millones de personas han pasado por las urnas en el primer tour. Y se cifra en cerca de un 15% el porcentaje de votantes de la "gauche", de la izquierda, que han participado con la exclusiva/única intención de sacar a Sarkozy de la escena, de privarle de la posibilidad de un segundo mandato.

Ahora, un duelo entre los dos candidatos restantes no debería levantar tantos recelos, suspicacias, sin embargo parece que Francia se debate ante un "ser o no ser", ser capaz de imponerse a Marine Le Pen en mayo. Me explico: pese al celebrado, a la vez que sorprendente, batacazo del histriónico Sarkozy en esta primera vuelta, los números de Fillon dejan a Juppé, el gran favorito hace tan solo unos días, contra las cuerdas, 44% contra 26%, un score difícil de remontar. Pero lo que está en juego va más allá de estas primarias. Aparentemente, todas las encuestas apuntaban a Juppé como el hombre fuerte del centro derecha capaz de derrotar a Le Pen en mayo. Y es que no debemos olvidar que nadie duda de que la candidata del Front National pasará sin problemas la primera criba. Es decir que en una decisiva última votación los franceses deberán decidir entre la extrema derecha - encarnada por la sibilina/camaleónica Marine que tras "matar al padre" lleva tiempo trabajando un lifting, solo aparente, estético, del partido, y una derecha, no sabemos aun si "presentable", moderada, o bien "ultramontana". Y ese es el nudo de la cuestión, Fillon o Juppe.

Claro que ustedes me dirán, ¿y la izquierda? En horas bajas. Hollande, que sigue desojando la margarita para desespero de Valls, Montebourg, y de Hanon€ o el atomo libre Macron que ha optado por pasar de las primarias socialistas, de Melanchon mejor no hablamos. En principio - y ya hemos visto que últimamente todos nos equivocamos - nadie da un duro por ellos, la "gauche" está tocada, dividida, y sinceramente ni los "supporteurs" más optimistas se ven en el segundo round, el Dia D, cuando la elección definitiva. ¿Y qué pasará ese día? Todo apuntaba a un decisivo Le Pen versus Juppé, con triunfo final de este candidato del centro derecha moderado, como ocurrió cuando en el 2002 la izquierda se movilizó y votó, contra natura, a Chirac para frenar/batir a Jean Marie Le Pen.

Pero ahora con el enigma Fillon, ultra liberal económicamente (retiro/jubilación a los 65, fin de la semana de 35 horas) hasta 48 según convenio en las empresas privada- supresión de 500.000 funcionarios, y un largo etc€ no en vano le llaman ya el Thatcher francés), una política exterior inquietante, con una "extraña" relación cordial con Putin, y muy conservador, por no decir reaccionario, en temas del ámbito moral, se abren tres nuevas ventanas u opciones: la primera, con menos visos de realidad, un frente de izquierdas movilizado por el drástico programa de Fillon y encabezado por no sabemos aun qué candidato consigue el apoyo popular para pasar a la segunda vuelta y batir al Front National. Esa opción es lo más parecido a un espejismo. La segunda, es la representada por la incógnita Macron, que acaba de presentar su libro-programa "Revolution", y que aparentemente podría seducir al electorado joven. Y la tercera, la que da miedo, es que los votantes de izquierda se abstengan en la segunda vuelta. Fruto de un cierto desencanto que desemboca en un "m´en-foutisme". Un decir entre derecha y extrema derecha que decidan ellos€en cualquier caso no votar a Fillon. Eslo que suena, que se baraja aquí, son muchas ya las voces que, en privado, se pronuncian por esa opción extrema, y dejar en bandeja el triunfo a Le Pen , el Frenxit, y a la fin, el caos. Ya les digo, miedo, y espero/deseo equivocarme.

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