Cada vez, a pesar de las campañas solapadas de las multinacionales, vuelven a la vinicultura ciertas prácticas naturales dentro de la filosofía "lo que produce la tierra siempre vuelve a ella". Son los viñedos mallorquines que entran en la agricultura ecológica, abonando las parcelas con productos naturales en lo posible, huyendo de la química agresiva. El resultado suelen ser vinos en los que su personalidad se manifiesta perfectamente, logrando adeptos. Entre los tintos ecológicos está el Camí de Son Eixut, salido de las bodega Can Coleto, que se encuentra en las afueras de Petra. Se realizó con la variedad francesa Merlot, con crianza de un año en barricas de roble de EE UU y francés, reposando posteriormente en bodega. Detaca su tonalidad granate ocuro, con reflejos cardenalicios. Las frutas roja y del bosque se detectan en nariz, con notas a hierbas aromáticas. Su paso por el paladar es tranquila y con recuerdos a confitura.
*Ideal para guisos y asados de caza menor, arròs brut o mollejas de lechal. Probad con queso de cabra menorquín, medio curado.
