La altura en donde se plantan viñas, al igual que otras circunstancias, influyen notablemente en los vinos que se consigue de ellas, diferenciándolos de los del llano. En esta isla, las viñas más altas se encuentran en la Serra de Tramuntana, y no son tantas. Las consideradas más altas son las viñas de la bodega Mortix, situadas a unos 390 metros de altura, y no lejos del mar, por lo que sus alcanzan un acento muy mediterráneo. El tinto Rodal Pla 2013, al igual el resto de vinos de esta bodega, aunque con sus personalidades morfolóficas distintas, mantienen esa infuencia geográfica. Para elaborarlo se unieron las variedades francesas Syrah, Cabernet Sauvignoni y Merlot, pasando por una crianza en barricas de roble francés de seis meses. Esta marcado por una capa bastante cubierta. En nariz destacan sus notas balsámicas, a frutas negras y del bosque. Su paso por el paladar es cálido, con recuerdos golosos.
*Los suyo son fideos de caza, arròs brut, costillas y conejo a la brasa. Compartirlo con un queso manchego de oveja, medio maduro.
