Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arquitectura

Un hotel de cultura y arte

El hotel Joan Miró Museum, ubicado en Cala Major, acerca la figura del artista catalán, en la misma zona donde vivió sus últimos treinta años de vida

El Hotel Joan Miró Museum, dado su carácter innovador, es el más especial de la cadena The Morgana Group, propiedad de la familia Vich. Este renovado establecimiento de 4 estrellas, inaugurado el pasado mes de febrero, ha sido decorado por el interiorista manacorí Xisco Gayá en estrecha colaboración con Successió Miró.

Se ubica en Cala Major, donde Joan Miró vivió sus últimos 30 años de vida. Elevado sobre una imponente cuesta frente al Palacio de Marivent, el hotel da la bienvenida a los huéspedes con una moderna fachada. Su privilegiada situación y cercanía con la Fundació Pilar i Joan Miró (a escasos 200 metros), ha sido uno de los motivos para reconvertir el antiguo hotel Dalí de tres estrellas en el Hotel Joan Miró Museum, de 4 estrellas.

Se trata del primer establecimiento dedicado al artista catalán, fuertemente vinculado con Mallorca e internacionalmente conocido. Una iniciativa que fomenta la cultura y que sigue la estela de otros proyectos internacionales como el hotel Van Gogh de Amsterdam. Por ello, la Fundació Pilar i Joan Miró ha cedido a la familia Vich 28 obras de Miró, concretamente 17 grabados y 11 litografías, para decorar las estancias más distinguidas del hotel, desde la recepción hasta la cuarta planta. Las más célebres obras de Miró se han colocado estratégicamente para ser admiradas en los pasillos de cada planta -una de frente a cada ascensor-; zonas vestidas con una primorosa moqueta, también tematizada con el significativo logo del Hotel Joan Miró Museum. Cabe destacar que cada obra se acompaña de una explicación elaborada Joan Punyet, nieto y representante de la Successió Miró, para que los visitantes se aproximen directamente a la obra.

Además, 104 vinilos completan la tematización, distribuidos en las 97 habitaciones, dos salas para eventos, comedor, lounge bar, cafetería y piscina, una segunda casa dedicada al descanso y también a la inspiración. Por otra parte, un gran mural protagoniza el salón con una imagen del taller de Joan Miró, cuyo efecto visual casi provoca una continuidad real a la atmósfera en la que el artista trabajaba. En las estancias comunes, la decoración de algunos techos y paredes se ha realizado a partir de reproducciones de obras excepcionales del pintor que abarcan desde 1924 hasta 1975 y que tienen como fundamento el mundo de los sueños, los colores primarios y el alfabeto simbólico de Joan Miró.

Una apuesta económica que no solo consiste en la reforma de un edificio, sino que fomenta el arte, la cultura y revitaliza una zona que, desgraciadamente, había entrado en decadencia.

Compartir el artículo

stats