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La casa

Un hotel con historia y en evolución

El emblemático Illa d'Or va hacia el centenario con unas remodeladas instalaciones

Uno de los hoteles de Pollença con más historia es Illa d´Or. Personajes ilustres han reposado en sus instalaciones como el artista Joan Miró y su mujer Pilar Juncosa, quienes disfrutaron de su luna de miel; o Agatha Christie, quien aprovechó la magia y belleza del entorno privilegiado del Port pollencí para inspirarse y crear el libro de relatos cortos ´Problema en Pollença´.

El emblemático establecimiento, propiedad de la familia Oliver-Llobera, va camino al centenario con unas remodeladas instalaciones, una reforma que se ha llevado a cabo en diferentes fases y años. La renovación, en todo momento capitaneada por el arquitecto interiorista Luis de la Infanta, empezó en 2013 y se centró en las habitaciones y zonas comunes; una intervención que finalizó en 2015, con el asesoramiento y aportación de Sandra Gutiérrez Mignoni. Para llevarla a cabo, se han tenido en cuenta a los proveedores que trabajan generalmente con el hotel, casi todos de la zona como Martí Decoració (pintura), Eléctrica Port (electricidad e iluminación), Andreu Pol (tapicería), entre otros.

Antoni Corró, actual director de Illa d´Or, destaca la implicación y metodología de Luis de la Infanta: "Durante estos años se ha familiarizado con nuestros clientes y necesidades, siempre con la máxima de modernizar y renovar el hotel conservando el estilo clásico y su encanto. Además, añade Corró, cada una de las 120 nuevas habitaciones ha sido dibujada a mano". El resultado destaca por la alta calidad de los materiales y acabados es tan evidente como el aroma mediterráneo que se respira en cada una de las habitaciones, con o sin vistas al mar.

Durante el 2015 y 2016 se han llevado a cabo las remodelaciones del restaurante 1929 y del gimnasio, y se han reformado totalmente el spa y el centro de wellness. Para estas últimas dependencias se ha optado por el blanco inmaculado, las líneas rectas y diferentes texturas que potencian la tranquilidad y bienestar.

El resultado es una reforma satisfactoria, apunta Antoni Corró porque el ´feed back´ que han recibido de los huéspedes ha sido muy bueno. Pero los proyectos no se acaban aquí porque para este próximo invierno tienen planeada la reforma de las cocinas, del kiosko externo y la adecuación y renovación de las terrazas del hotel y del restaurante La Terrassa.

El resultado de su fusión es de suma elegancia y detalle. Es tal la curiosidad de este proyecto que todos los elementos de las habitaciones están diseñados y colocados estratégicamente para transmitir agradables sensaciones, capaces de conquistar los cinco sentidos. La iluminación juega un papel clave para conseguir esta proyección y aumentar el grado de confort y serenidad que mecere el cliente del Illa d´Or. Nada está elegido al azar y todo comparte un denominador: confort moderno y esencia clásica, bajo la premisa de una exquisita elegancia y de un concepto de servicio propio del Illa d´Or.

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