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María, la hija mayor de Alejandro Rosselló, fue encarcelada por los franquistas en la Guerra Civil

María, la mayor de las hijas de Alejandro Rosselló, siguió viviendo en Madrid tras enviduar donde le sorprendió el golpe de Estado del 18 de juliode 1936 que desembocó en la Guerra Civil. Decidió trasladarse aMallorca donde residía su familia: hermanas y sobrinos, por lo que hizo las gestiones necesarias ante las autoridades que no pusieron ningún inconveniente a sus propósitos facilitándole la salida de la zona republicana. Embarcada rumbo a la isla, durante el viaje un sacerdote inició una conversación con María Rosselló para conocer cómo había podido abandonar la "zona roja". El sacerdote le preguntaba por las "atrocidades" y "desmanes" que había tenido ocasión de ver y por las supuestos obstáculos con los que se había topado para abandonar Madrid.

María Rosselló, que nunca se calló ante nada ni ante nadie, le espetó al sacerdote que todo el mundo la había tratado muy correctamente, que ninguna autoridad republicana le había dificultado su propósito de trasladarse a Mallorca, añadiendo, ante el estupefacto y cada vez más indignado clérigo, que no podía decir lo mismo de los sublevados, puesto que un primo suyo, Alejandro Jaume, había sido fusilado, y un sobrino, José Feliu, estaba condenado a muerte. Al sacerdote, totalmente escandalizado por la respuesta de María, le faltó tiempo para presentar una denuncia contra la hija de Alejandro Rosselló. La familia, que la esperaba en el puerto temerosa de que la vehemencia de María le jugase una mala pasada quería advertirla de que debía guardar silencio. Demasiado tarde: María Rosselló descendió del buque escoltada por una pareja de la Guardia Civil y trasladada a la cárcel provincial donde permaneció detenida cuatro meses, aunque pudo permanecer en la enfermería debido a que la familia movilizó las influencias a su alcance. Parece que el sacerdote no aguardó a que el barco atracase en el puerto para cursar la denuncia, sino que rápidamente puso manos a la obra, telegrafiando lo ocurrido a las nuevas autoridades con el resultado de que la Guardia Civil subió al buque para proceder a la inmediata detención de María. Fue puesta en libertad sin incoarle ningún expediente, pero al contrario de las facilidades que se le brindaron en la zona republicana, la denuncia de un sacerdote hizo que los golpistas la detuvieran incluso antes de pisar suelo mallorquín.

De los descendientes de Alejandro Rosselló, las familias Feliu y Pou, todavía vive una de sus nietas, Margarita Feliu Rosselló, conocida en la familia como "tía Titina", que cuanta con 101 años. Una de las avenidas de Palma, la contigua a la de Juan March, lleva el nombre del político liberal mallorquín. Otra está dedicada a recordar al republicano Gabriel Alomar, muerto en el exilio, en Egipto.

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