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Alejandro Rosselló, el líder del liberalismo mallorquín del siglo XX

En las primeras décadas del pasado siglo fue el contrapunto de otro mallorquín ilustre, Antonio Maura. Alejandro Rosselló lideró el liberalismo progresista en Mallorca.

Alejandro Rosselló, el líder del liberalismo mallorquín del siglo XX

En 1919 la carrera política de Alejandro Roselló Pastor llegó a la cúspide al ser nombrado ministro de Gracia y Justicia en el Gobierno formado por el conde de Romanones, líder de los liberales en el período de la primera Restauración, la que se inicia con la proclamación en Sagunto, en 1875, por el general Martínez Campos de Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI, y que se va al garete en septiembre de 1923 con el pronunciamiento del general Miguel Primo de Rivera que da paso a la dictadura. Alejandro Rosselló se sentó en aquel Consejo de Ministros que duró unos pocos meses, la tónica de la mayor parte de los inestables ejecutivos formados a lo largo de la Restauración canovista. Pero la biografía de Alejandro Rosselló es mucho más densa que el hecho de que fuera nombrado ministro.El profesor de Historia Contemporánea de la UIB, Antoni Marimón, dice que se le puede considerar el mejor representante del liberalismo progresista mallorquín, un político "avanzado a su época", que siempre se preocupó por las cuestiones relacionadas con la educación. También afirma que se le puede considerar un "feminista". "Se convirtió junto al general Weyler en la gran figura del liberalismo mallorquín", afirma Marimón.

Alejandro Rosselló nació en Palma en 1852, hijo de Celestino Rosselló Pou y de Juana Pastor Riutort. El padre, apenas había nacido Alejandro, abandonó a la familia dejando a la madre con sus dos hijos, Isabel y Alejandro, sin apenas medios para poder subsistir. Pudieron sobrevivir gracias a la ayuda de un tío sacerdote, rector de Felanitx. Pero éste murió en 1860 con lo que a Alejandro tuvo que ponerse a trabajar contando con poco más de 13 años. La familia pudo salir adelante. Alejandro cursó estudios, pagados de su bolsillo, de bachillerato en el Instituto Balear para en 1873 obtener la licenciatura en Derecho por la universidad de Barcelona. En 1879 se casó con Margarita Aleñar con quien tuvo tres hijas: María, Catalina y Margarita. El matrimonio se truncó siete años después, puesto que la esposa murió de parto. La mayor de las hijas, María, una niña de siete años, se hizo cargo del trabajo doméstico. María Rosselló, mucho años después, iniciada la Guerra Civil, protagonizaría un episodio en el que quedó reflejado su fuerte carácter y la determinación que posibilitó que siendo una niña sustituyera a la madre.

Uno de los bisnietos de Alejandro Rosselló, el doctor Antonio Feliu, dice sobre su antepasado que era un hombre caracterizado por su vocación política, por su deseo de modernizar las estructuras socioeconómicas de Mallorca. Para el doctor Feliu, en coincidencia con lo que manifiesta el profesor Marimón, Alejandro Rosselló fue un adelantado a su época en muchos aspectos, fundamentalmente en el de la educación. Comenta que uno de los actuales colegios públicos de Palma, situado en las inmediaciones del polígono de Levante, lleva su nombre debido a que el solar sobre el que se edificó fue donado a la ciudad por su bisabuelo.

El futuro ministro de Gracia y Justicia inició su carrera política militando en el republicanismo federal. En su juventud fue un declarado "antisistema", opuesto a la Restauración canovista, resalta Marimón, para progresivamente adaptarse al marco institucional vigente pasando a integrarse en un pequeño partido denominado Izquierda Dinástica y finalmente en el Partido Liberal donde siempre estuvo encuadrado en el ala más progresista, la de Santiago Alba, uno de los políticos sobresalientes de las primeras décadas del siglo XX. Los caminos de los dos grandes políticos mallorquines de la Restauración, Antonio Maura, cinco veces presidente del consejo de ministros, y Alejandro Rosselló, se separan al dejar el primero el liberalismo para integrarse en el campo conservador. La defección de Maura hace queRosselló pase a ser la gran figura del liberalismo mallorquín, solo equiparable a la del general Weyler, aunque Alejandro Rosselló estará en todo momento en posiciones mucho más progresistas que las preconizadas por el militar.

"Sempiterno diputado a Cortes". Así era tildado Rosselló, que fue ininterrumpidamente representante de las circusnscripción balear entre 1901, dos años antes de que Alfonso XIII fuese proclamado mayor de edad dando por concluida la regencia de su madre, María Cristina de Hausburgo, y 1923, cuando el golpe del general Primo de Rivera disuelve el Congreso de los Diputados. Es el año en el que Alejandro Rosselló fallece.

Feminista

Las razones por las que exhibió una nítida y chocante para la época ideología feminista parece guardar relación con la situación familiar que le tocó vivir: el abandono del padre, un hombre envuelto en constantes escándalos, hasta el punto de ser encarcelado por un presunto delito de adulterio con la mujer de un notario palmesano. Las dificultades que tuvo que soportar su madre tuvieron un impacto muy fuerte en el hijo. Su hermana Isabel, además, consiguió con no pocas penurias graduarse de maestra en 1867 regentando desde los 22 años una escuela para niñas. Isabel Rosselló se casó con Andrés Jaume Nadal, un rico empresario que había hecho fortuna en Uruguay. Isabel fue la madre de otro destacado político: el socialista Alejandro Jaume, fusilado en febrero de 1937 tras ser condenado a muerte en un consejo de guerra por los militares soblevados contra la República.

Antoni Marimón enfatiza que Alejandro Rosselló siguió en el Partido Liberal incluso cuando, entre los años 1918-19, Juan March se hace con el control del mismo, lo que conduce a la escisión protagonizada por Weyler, incapaz de soportar que un advenedizo como el financiero pasara a dirigir el partido. Alejandro Rosselló decide seguir porque entiende que March era una alternativa progresista. De hecho, en aquellos años, Juan March se presentaba como el claro contrapunto a las fuerzas conservadoras. "No era clerical -destaca Marimón- y, además, estaba enfrentado a la nobleza tradicional de mallorca", los botifarres, a quienes les hacía la vida imposible.

Marimón, además de la preocupación por la educación y su defensa del feminismo, incluye una tercera faceta en la vida pública de Alejandro Rosselló: el deseo de que Mallorca obtuviera un cierto grado de autonomía, lo que le llevó, siendo presidente de la Diputación Provincial, a demandar al Gobierno, sin éxito, que el de Palma fuera declarado puerto franco. Lo que sí obtuvo de Madrid fue la declaración, en 1912, de Manacor como ciudad por el Consejo de Ministros, consideración que cuatro años más tarde, en 1916, también obtuvo para Llucmajor.

En la biografía que de él hizo Isabel Peñarrubia, se destaca la influencia que el krausismo tuvo en su vocación educativa, ejerciendo de profesor de Derecho Mercantil de la Academia de Derecho y Notariado. En 1890 siendo diputado provincial consiguió que se subvencionase el viaje del profesor Miguel Porcel a Suecia para estudiar las técnicas pedagógicas más avanzadas de Europa y a él se debe la fundación en 1896 de la Academia Universitaria de Palma, de la que fue director, además de conseguir que se crease la Escuela de Comercio.

A Alejandro Rosselló se debe también la fundación de la Caja de Ahorros, Sa Nostra, de la que fue su primer director en 1882, hoy desaparecida al haber sido absorbida por el banco Mare Nostrum. En las postrimerías del siglo XIX la creación de esta entidad supuso un adelanto fundamental, opina el profesor Marimón, puesto que su carácter mutualista y progresista pudo poner freno a muchos casos de usura. La fundación de la Caja fue en buena medida obra suya, lo que se evidencia en el hecho de que sus tres hijas, María, Catalina y Margarita, tuvieran las libretas de ahorro una, dos y tres de la entidad.

Concejal

En sus primeros años de actividad política, en las postrimerías del siglo XIX, hacia 1881, cuando militaba en el republicanismo federal y en la Izquierda Dinástica, fue concejal del ayuntamiento de Palma. Uno de sus proyectos fue lograr que el Gobierno autorizara el derribo de las murallas de Palma, que se crease una fábrica de tabaco y que se estableciera una de las denominadas "granjas modelo", todas iniciativas propias de los progresistas, que siempre se topaban con la oposición de los sectores más reaccionarios de la sociedad mallorquina, opuestos por sistema a cualquier avance. Alejandro Rosselló intentó por todos los medios a su alcance que Palma dispusiera de agua corriente con la canalización de la font de la vila y dotar a Mallorca de un correo diario con la Península. En 1882 participó activamente en la huelga que mantuvieron industriales y comerciantes contra un nuevo impuesto especialmente gravoso. Tanto activismo no le impidió ser secretario de algunas importantes empresas, entre ellas el Banco Mallorquín y la Sociedad Mallorquina de Tranvías, en cuya fundación jugó un papel decisivo su cuñado, Andrés Jaume Nadal.

El desembarcó en Madrid de Alejandro Rosselló, incorporándose al Colegio Notarial de la capital de España, disparó definitivamente su carrera política. En 1913 fue elegido vicepresidente del Congreso de los Diputados y gobernador civil de Madrid entre los años 1916-17, para finalmente acceder al consejo de ministros en el gabinete liberal formado por el conde de Roanones ocupando la cartera de Gracia y Justicia. Fue un gabinete breve, puesto que solo duró de diciembre de 1918 a abril de 1919, menos de medio año.

Joan Alcover, al igual que Alejandro Rossello militante del Partido Liberal, afirmaba que éste no fue un político cómodo para el sistemade la Restauración, porque, tanto desde el republicanismo como desde el liberalismo dinástico, simepre denunció el caciquismo. Su despegue tardío en la alta política española se explica, dice Alcover, en el hecho de que rechazase la vía fácil del amiguismo y el silencio cómplice.

Alejandro Rossello encarnó lo mejor de las fuerzas progresistas de Mallorca en las primeras décadas del pasado siglo. Fue un político que supo transitar desde las posiciones más radicales de su juventud, que le llevaron a postular el republicanismo federal que había tenido una oportunidad desperdiciada con la desastrosa experiencia de la Primera República (1873), a integrarse en el sistema institucional de la primera Restauración ideado por Antonio Cánovas del Castillo tras el retorno de los Borbones con Alfonso XII. Pero Alejandro Rosselló, pese a aceptar el marco institucional, mantuvo en todo momento unas posiciones políticas que le hacían chocar con la política tradicional de la Restauración. El hecho de que ocupara durante cinco meses la cartera de Gracia y Justicia en uno de los efímeros gabinetes de la época no permite saber qué hubiera podido hacer en la administración de Justicia española de haber dispuesto del tiempo y los medios indispensables para modernizarla.

Llama la atención, y así lo resalta Marimón, que su sobrino, Alejandro Jaume, hiciera el viaje inverso al de su tío: pasar de la militancia monárquica en el Partido Liberal al campo republicano al afiliarse al PSOE. El hecho no supuso una ruptura, sino todo lo contrario, en el afecto y las excelentes relaciones que ambos mantuvieron a lo largo de su vida. Alejandro Rosselló falleció el mismo año, 1923, en el que la Restauración canovista dio su último suspiro al ser suspendida la Constitución vigente durante casi medio siglo por el golpe de Estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera. Ocho años después, unas elecciones municipales, acabaron con la monarquía alfonsina al instaurarse la Segunda República. Alejandro Rosselló seguro que la habría acogido con entusiasmo, al igual que hicieron no pocos liberales.

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