El PSOE de cachondeo
con tanto y tanto listillo,
Sánchez fletando autobuses,
regalando bocadillos;
el sábado quiere ver
muchedumbre contumaz,
militantes que le apoyen
en la puerta de Ferraz.
Sus votantes, mientras tanto,
quemados, llenos de ampollas
admiten que en su partido
les toman por gilipollas.
En Génova, mientras tanto,
no queda nadie con prisa:
se miran unos a otros,
se parten todos de risa.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!