Pongamos que la familia del yerno de Matas haya pagado el bodón de la hija del delincuente, que seguramente habrá sido así; pero seamos malos y supongamos que no, que el pagano ha sido el expresidiario Matas. Si hubiera sido así el ministro del Interior, San Jorge Fernández Díaz, habría destinado a lo más granado de su policía particular para averiguar de dónde sale toda esa pasta „60.000 calculan por lo bajo„ del bolsillo de un insolvente cuya señora se asegura que ha trabajado cinco meses en toda su vida por sus propios méritos; si hubiera sido así habría motivos para preocuparse por la dilación que las instancias judiciales y fiscales se están tomando para meterle mano al ya convicto. Pero no hay caso, seguro que lo pagó todo el yerno y su familia.
