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La casa/ Arquitectura

El encanto de antaño recobra vida

La arquitectura moderna convive con la esencia clásica del centro de Palma en un antiguo edificio rehabilitado con respeto por el Estudio Ortolá Arquitectos

El encanto de antaño recobra vida

En la calle Apuntadors, situada en el centro de Palma, se encuentra una de las últimas obras realizadas por el Estudio Ortolá Arquitectos. Bajo la dirección del Arquitecto Rafael Ortolá, el Estudio lleva realizando tanto proyectos de nueva construcción como obras de rehabilitación desde finales de los años 90 en Balears. Una de estas rehabilitaciones fue la de un antiguo palacio mallorquín, situado en la calle Apuntadors. El reto, entonces, fue devolver al edificio todo el encanto que tenía antaño.

En esta ocasión, el proyecto que les presentamos „ubicado también en la calle Apuntadors„, es un respetuoso ejemplo de la armoniosa convivencia que prima entre la arquitectura moderna y la tradición mallorquina en el casco antiguo de Ciutat. A la hora de afrontar este proyecto, el arquitecto quería poner en valor un edificio de viviendas construido probablemente a principios del siglo pasado, que se encontraba en un estado muy deteriorado, con elementos estructurales dañados, balcones apuntalados y humedades casi generalizadas. El objetivo era darle un carácter que aunara elementos modernos con la esencia clásica del centro de Palma. Decidió, por tanto, jugar con los materiales tradicionales y modernos para obtener una combinación de simpleza, pureza y contraste.

En primer lugar, se eliminaron las tres entradas individuales „que daban acceso independientemente a planta baja, entresuelo y las plantas altas„ y se crearon una entrada de vehículos y una única entrada peatonal al edificio. Para unificar estas entradas y poder aparcar el coche, retranquearon el entresuelo y sustituyeron unos escalones de bajada, desde la entrada, por una rampa. Con estas medidas se creó una entrada amplia en la que se recuperaron los sillares de marés de las paredes y un acabado de pinyolet en la rampa, propio de las entradas de vehículos de las casas señoriales de antaño, con un recercado de piedra de Binissalem abujardada. En la parte derecha, y para dar acceso a las plantas superiores, una escalera con las zancas de acero corten y los peldaños en piedra, rematan la parte anterior de esta planta.

Desde la escalera se accede a un despacho en el semisótano y a la planta primera, donde se encuentran dos apartamentos de invitados, así como la entrada de la vivienda principal que se extiende por varias plantas. La escalera también es un elemento, no sólo de conexión vertical entre las plantas, sino casi escultórico, pues sirve de separación virtual de los recintos que componen la vivienda principal. Además, va cambiando de forma y de materiales, dependiendo de las plantas, pero guardando el nexo común del acero corten y de la piedra de Binissalem.

En la primera planta se ubica el comedor con la cocina integrada y un aseo de cortesía. En la segunda, el dormitorio principal con su vestidor y baño en suite, así como una terraza. Una escalera al aire libre conecta esta terraza con la del sobreático, donde además hay un jacuzzi. Desde lo alto del edificio se goza de unas bonitas vistas al casco antiguo de la ciudad y a la iglesia de Santa Creu.

En resumen, éste es un proyecto que auna la arquitectura moderna y la tradición mallorquina, integrando un edificio que estaba muy deteriorado en el maravilloso entorno del centro histórico de Palma.

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