-¿Qué tal doña Rita?
-¿A usted qué le parece?
-¿Y si le dijera que tengo un bolso para usted?
-¿Louis Vuitton?
-Era broma...
-Bah, de todos modos uno solo es una bagatela. Son regalos normales. Viniendo de usted una vulgaridad.
-Sigue siendo senadora.
-Lo que no soy es tonta. Y así dos añitos más. Al menos.
-¿Al menos?
-Voy a montar un partido político con Paco Camps, con Alfonsito Rus y con Carlitos Fabra que lo va a ganar todo. Voy a mandarles a todos a freír puñetas.
-¿Qué ha quedado de la Musa del Humor literario del ayuntamiento de Valencia en 1973?
-Lo dice usted como si no hubiera seguido haciendo gracia lo de mi partido político nuevo.
-Eso sí, ha inspirado a algunos compositores. En la SGAE hay registradas cuatro canciones en las que figura su nombre; dos de ellas hablan del caloret€
-...faller... Qué bonito.
-Y oiga, ¿no le había dado tiempo en 66 años a aprender a hablar correctamente catalán?
-Querrá usted decir valenciano...
-Bueno eso, lo que usted diga...
-Pues no me ha dado la gana, la verdad. Nunca me ha hecho falta y a partir de ahora todavía menos.
-Poseedora del carné número 3 del PP...
-Dice usted bien porque lo sigo teniendo.
-Pero se ha dado de baja usted en el partido...
-Bueno, eso dicen. Pero en el PP nunca dan de baja a nadie aunque no pagues las cuotas, que no las paga nadie.
-Eso es una leyenda...
-También era una leyenda que a nosotros la Justicia no nos tocaría nunca, y estamos como estamos.
-Afortunadamente está usted aforada...
-Sí, pero me ha tocado Conde Pumpido de instructor. Es lo mismo que si a Messi, en su lío con Hacienda, le hubiese caído de juez instructor Tomás Roncero.
-Dicen que no deja usted el Senado y que no ha permitido que la obliguen porque como tire usted de la manta se arma la gorda.
-Usted lo ha dicho, tratándose de mí solamente puede armarse de una manera: la gorda...
-Muchos dirigentes de su partido han criticado que usted no haya dimitido.
-...se va a armar la gorda, el gafotas, la niñata, el gallego, el mariposón, la Candy Crush... Tengo para todos.
-Eso suena a amenaza.
-Ya me habían dicho que, entre todos los entrevistadores, no era usted de los más listos.