Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Impresiones veraniegas

Cela en el Cervantes

Cela en el Cervantes

El miércoles de esta semana el acto central del centenario del nacimiento de Camilo José Cela reunió en el Instituto Cervantes, bajo la presidencia de los Reyes, a un grupo de lectores y amigos de CJC entre los que se encontraban dos de las tres primeras autoridades del país. Permítaseme dar un resumen de las palabras que pronuncié allí.

"A los padres, a los pueblos, a los alcaldes, a los reyes se les honra con el recuerdo. A los escritores, no basta. Cuando se trata de un escritor hay que seguir leyendo sus libros para lograr honrarle.

Estamos aquí reunidos celebrando un recuerdo gozoso, el de las muchas páginas que Camilo José Cela nos regaló para poder leerle como mejor homenaje en el centenario de su nacimiento. La ocasión, no obstante, merece el esfuerzo de ir más allá. Con actos como éste, lo estamos haciendo.

Permítanme recurrir a las palabras que el gran bardo puso en boca de Marco Antonio, aunque habrá que darles la vuelta para adaptarlas a la ocasión: "Vine a recordar al César, no a alabarle. El mal que hacen los hombres se entierra con sus huesos; el bien, si son escritores, les sobrevive para siempre. Se mantiene vivo en las palabras que nos legaron".

CJC, como nadie ignora, nació en la aldea gallega de Iria Flavia y, desde allí, recorrió España entera para recalar primero en Madrid, luego en Mallorca y, de nuevo, en la Meseta, en la ciudad en la que dejó por fin su último aliento. Se puede volver, se podrá volver siempre sobre ese viaje literario y vital, porque para Camilo José Cela la literatura y la vida eran lo mismo.

En el ecuador ya del centenario, a quienes gozamos de la cercanía del escritor nos ha emocionado comprobar cómo todo un país se vuelca en su recuerdo. Son legión quienes siguen hoy los caminos del Viaje a la Alcarria. Y documentales como el que, de forma resumida, hemos visto, o muestras como la organizada por Acción Cultural Española y la Fundación Camilo José Cela en la Biblioteca Nacional, dan fe de lo conseguido. Hoy tendremos la oportunidad de volcar la memoria hacia algunos de los mejores momentos del escritor reunidos en el Gabinete bibliográfico que nuestro anfitrión, el Instituto Cervantes, pone a nuestro alcance.

Pero queda mucho camino por recorrer. De la mano de los amigos y lectores de Camilo José Cela lograremos „lo dijo Machado y luego Kavafis„, que ese camino no termine nunca, que tenga la meta engarzada en sí mismo. El camino perpetuo de un escritor recorre una vez y otra sus libros. Pero queremos que quede en pie un testimonio permanente de este año memorable. Se levantará por medio de un Centro de estudios y de un Museo.

El museo mantendrá el recuerdo de la estancia de Charo y Camilo José Cela en la isla de Mallorca. El centro de estudios, con el nombre recuperado de una de las secciones de los Papeles de Son Armadans, "El taller de los razonamientos", añadirá ciencia al estudio de los muchos materiales, algunos de ellos inéditos, que nos dejó el escritor.

Nada de eso será posible sin el mecenazgo pero, sobre todo, sin la voluntad y la pasión de los lectores y los amigos de Camilo José Cela. Es así por necesidad aunque, bien mirado, sin lectores, sin amigos, ¿en qué queda un escritor?".

Compartir el artículo

stats