Agosto está ya a punto de finalizar, lo que quiere decir que entramos en tiempos de vendimia durante la cual retornan ancestrales ritos del campo mallorquín, entre los que no faltan las reuniones a mesa y mantel junto a las viñas o en las mismas bodegas, sean grandes o pequeñas, acompañando la música tradicional y un bon berenar'. Así que no se extrañen que en la crónica de este domingo la gastronomía isleña más típica domine.La fiesta manda y el paisaje y la arquitectura forman un todo, ya que el entorno para presentaciones, catas, vendimias y demás productos de la mar y la tierra mallorquina son los protagonistas, junto a sus devotos, entre los que siempre se ven gentes de diversos orígenes y quehaceres. Unidos para ofrecer sus cinco sentidos a aromas, sabores, tonalidades, texturas y el sonido que produce un descorche, por ejemplo. Y en septiembre llegarán els sopars de fideus.
Reconocimiento del Oli de Mallorca
Reconocidos representantes de familia olivarera de Mallorca, que tiene la mirada puesta en el inicio de la recogida de las primeras aceitunas, tanto en la Serra de Tramuntana como en el llano, sean de centenarios y retorcidos olivos o de los plantados hace unos años, asistieron a la entrega de una nueva edición de la entrega del título de Ambaixador del Oli de Mallorca. Como en ediciones anteriores, la entrega tuvo como escenario el magnífico patio abovedado del Palau Solleric, en el corazón de la Palma señorial, cedido por el Ayuntamiento de Palma para esta ocasión. Una distinción que concede el Consejo Regulador de la Denominación Oli de de Mallorca, otorgándose en esta ocasión a Manuel Ruiz, reconocido blogger famoso por su 'Cocinando con Catman', y que está llevando a una legión de seguidores de los cinco continentes la gastronomía de Mallorca. Se lo entregó el presidente de la citada DO, Sebastià Solivellas, miembro de una saga olivarera isleña, asistiendo el conseller de Territori, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal. Fue una especie de paréntesis para este conseller en un ajetreado verano, marcado por la sequía que tanto ha afectado a los cerealistas y ganaderos isleños y que repercutirá también en la próxima campaña oleícola local, menguando la producción. También está esa misteriosa desaparición de la gamba roja en los caladeros de Sóller y Andratx, fenómeno que ha ocurrido anteriormente.
Entre los asistentes se vieron muchos rostros conocidos como los de Pep Ramis, delegado de El Corte Inglés en Balears, Pep Oliver, anterior presidente de la DO Oli de Mallorca o Carmen Planas, presidenta de CAEB. En nombre del ayuntamiento de Palma asistieron Josefa Pelaéz, Eugenia Crespí y Francisco Ducrós. Representando al Consell se encontraban Marga Bauzá y Juan Ignacio Morey. No faltaba en esta auténtica fiesta del Oli de Mallorca la dinámica y siempre participativa Tiffany Blakman, delegada de Aubocasa en las islas, casi recién llegada de sus vacaciones en un pueblecito de los Alpes suizos, participando con su madre y sus hermanas de un fresco y tranquilo relax. Tampoco faltó un aperitivo en donde el mejor aceite de oliva virgen extra de la isla estuvo presente, acompañado de vinos de la DO Binissalem.
Berenar de Vermar en Sa Torre
Qué mejor motivo para celebrar la onomástica de los bartomeus, con motivo de la festividad de su santo patrón, que un 'bon berenar' junto a las viñas, con motivo de la traficional fiesta de inicio de la vendimia en la Bodega Macià Batle. Como en años anteriores, los primeros racimos de uva se cortaron con trinxet o tijeras de podar en las viñas de Sa Torre, no lejos de Santa Eugenia, en la mañana el pasado miércoles mientras caía un sol de justicia. Claro que los invitados, muy picarones, se dirigieron directamente al berenar. A esta nueva convocatoria, junto a las parcelas dominadas por las cepas de las variedad blanca francesa sauvignon blanc, cuyas uvas fueron las primeras en ser recolectadas por una serie de vermadors, asistieron unos cien invitados, con muchos rostros conocidos de diversos sectores de la isla. Como siempre, desde que adquirieron la mentada bodega, la familia Rubí Llaneras fueron anfitriones perfectos, eso sí, con apoyo del equipo que dirige Ramón Servalls, director de la bodega, con Toni Ramis, responsable de las viñas y Gina Mayrata, además de reconocida pintora, organizadora de las celebraciones gastronómicas de la bodega, siendo un fiel reflejo de su buen hacer el berenar que organizó en Sa Torre. La auténtica sobrasada y el sabroso camaiot de Mallorca, elaborados siguiendo la tradición de la gente de fora vila, junto al queso menorquín, con pa amb oli, uva recién cortada de la parra, tomates recién llegados de la huerta y pimientos verdes, sin faltar un buen aceite vírgen extra de Mallorca, fueron los protagonistas del berenar de vermar. Como postres, después de la sandía y otra vez las uvas de mesa, llegó la coca de albaricoque. Y como estábamos en los dominios de Baco, los paladares se animaron con un fresquito tinto de Macià Batle. También llegó la música gracias a los chicos de Ben Trempats, que entre agosto y septiembre amenizan tanto berenars como sopars junto a las viñas, en tiempo de vermar, con un repertorio muy pegadizo, en donde no faltan las habaneras y conocidas canciones isleñas. Tanto Sebastià Rubí como su esposa, María Llaneras, se superaron, un año más, con sus invitados.
Gotas rodadas de Baco
En un estío isleño en el que la masificación, -no solo en la costa, sino en los pueblos del interior, en sus mercados semanales y especialmente al celebrar sus fiestas patronales- domina agosto, asistir a una cata de rosados en el Club del Gourmet en el Corte Inglés de Avenidas, con asistencia limitada y gente entendida en vinos, se convierte en un auténtico remanso de tranquilidad para algunos privilegiados. La organizó Luis Molina, alma de ese coto gastronómico para sibaritas, con la supervisión de Vicente Félix, dirigiéndola Toni Fernández. Entre los vinos que seleccionó estuvieron uno francés de Cotes de Provence, y cuatro que representaron al País Vasco, Navarra, Castilla-León Levante. Los caldos que se probaron fueron el francés Domaine de Pontfract, un Xacolí Ignazio Urruzola, el Albret fermentado en barrica, un Tombú de Dominio de Tares, a base de la uva tinta Prieto Picudo y el curioso Improntu de Requena, conseguido con la Pinort Noir. El quinteto de rosados catados, todos con mucha personalidad, algo que coincidieron en resaltar todos los presentes, procede de la añada del 2015, y la mayoría tendrán varios años de vida. Entre las catadoras, más de la mitad de los invitados, estaba la logroñesa Julia Heredia, que es de las que se apunta a todo lo que sea enología de altura. A ella le encantaron todos, aunque siempre le han atraído los rosados de tono profundo. Dos gallegas residentes en Palma, María Vázquez y Rosa Lema, muy entendidas ellas en vinos de su tierra y del Bierzo, y que también conocen algunos de Mallorca, disfrutaron con los cinco caldos, aunque hicieron muchos guiños a los tres últimos. También estuvo Paqui Dominguez, asidua del Club del Gourmet, muy atenta siempre a las indicaciones de Toni Fernández, auténtica enciclopedia enológica y que disfrutó con los cuatro rosados peninsulares. Toni Fernández aseguró que no se olvida de los rosados mallorquines y prometió una próxima cata de varios de ellos.
Flower power en Pacha
Nos despedimos hasta la próxima semana con una fiesta con mucha marca de las que proliferan este agosto. Tuvo lugar en Pachá Mallorca, discoteca que se convierte en punto de atracción nocturna del Paseo Marítimo palmesano, y que volvió a ofrecer belleza, imaginación, ritmo y divertimento con una nueva fiesta Flower Power, en el que se concentró gente VIP. Deslumbrantes los atuendos del equipo de baile de la discoteca. Una de las sorpresas de la noche fue el 'submarino amarillo', recordando a los Beatles, que fue transportado por un grupo de bellas modelos. Y la fiesta continúa.
