No nos cansaremos de repetir sobre la alta categoría que tienen los vinos blancos desde tiempos pasado, conseguidos en ciertas zonas de la isla, incluso con uvas de las viñas situadas en extramuros de Palma, cuando aún estaba amurallada. Afortunadamente, en la recuperación de la viña isleña, que hace unos cuarenta años comenzó a resurgir con una serie de vitivinicultores locales, se pensó también en recuperar variedades blancas autóctonas que con el tiempo crearon vinos, y con los años se unieron a las foráneas, especialmente galas, con altos resultados. En el Nounat 2015, conseguido con prácticas ecológicas, en la bodega Buinigrau, situada en Biniali, están entrelazadas la uva autóctona Prensal Blanc y la francesa Chardonnay. Destacan reflejos dorados en su amarillo ligero. Hay cítricos, hierbas isleñas y fruta madura, especialmente blanca en sus aromas. Frescura, equilibrada acidez, notas afrutadas y melosidad se captan en boca.
*Listo para un ´bullit de pix´ de las pitiusas y otras recetas marineras isleñas. Liga con queso menorquín, de oveja, especialmente tierno.
