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Medio ambiente

Y tú, ¿cuánto reduces? (IV)

Se acaba de hacer público el último informe del MAGRAMA sobre la situación ambiental en España: menos residuos, más reciclaje y mucho trabajo pendiente

El reciclaje de papel y cartón ha aumentado.

Recientemente se ha publicado, por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), el Informe anual de indicadores: agricultura, alimentación y medio ambiente 2015. El documento es una radiografía ambiental de nuestro país que se estructura en tres bloques en los que se describe el medio territorial y social en el que se desarrollan las actividades económicas; se analizan los indicadores ambientales y los principales parámetros macroeconómicos, financieros y de cobertura de riesgos del sector agrario, pesquero y de la industria agroalimentaria, englobando también el análisis de los mercados, el consumo y la comercialización. El documento hace referencia también a la gestión de residuos dando a conocer, por ejemplo, que la generación y gestión de residuos en España en el año 2013 fue de 449 kilos por habitante de residuos municipales, un 4 % menos que en 2012 y siguiendo una tendencia descendente mostrada desde el 2006. La media europea está en 481.

Legislación

A día de hoy, las legislación europea en materia de residuos viene regida por la Directiva Marco de Residuos, común en todos los países de la Unión Europea y que, en nuestro país, fue transpuesta mediante la Ley 22/2011, de Residuos y Suelos Contaminados. "Esta ley constituye el actual marco jurídico para la gestión de los residuos y tiene por objetivo principal regular su gestión impulsando medidas que prevengan su generación y mitiguen los impactos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente asociados a su generación y gestión, mejorando la eficiencia en el uso de los recursos. Tiene asimismo como objeto regular el régimen jurídico de los suelos contaminado", explican fuentes del MAGRAMA. La Directiva establece el principio de jerarquía de residuos que determina el orden de las prioridades de la legislación y la política sobre la prevención de residuos y su gestión. Así, todas las políticas y acciones relacionadas con los residuos tienen que primar, en primera instancia, la prevención de los residuos para después ocuparse de la preparación para la reutilización, reciclado y otro tipo de valorización, incluida la energética y, en último punto, la eliminación. Y es que el objetivo es reducir la generación de residuos desde su origen y, posteriormente, en su caso, tratar de buscar un tratamiento que suponga el mínimo impacto sobre el medio ambiente. "En ocasiones debidamente justificadas, se prevé que la gestión de un residuo pueda apartarse de esta jerarquía", añaden desde el MAGRAMA.

En lo que se refiere a la gestión de los residuos, un hito destacable en 2015 ha sido la aprobación del Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022. Este nuevo plan pretende ser el instrumento para orientar la política de residuos en España. El objetivo final, al igual que lo es el de la política comunitaria de residuos, es convertir a España en una sociedad eficiente en el uso de los recursos que avance hacia una economía circular.

A pesar de la legislación en vigor y de los objetivos que marca la legislación europea, española y autonómica, la gestión correcta del residuo le queda trabajo pendiente. Mucho. Y es que a día de hoy y en lo que respecta al tratamiento de los residuos, en España el 60 % termina en vertedero, un porcentaje llamativamente elevado, más si lo comparamos con el valor medio de la Unión Europea que se sitúa en el 32 %. Las tasas de valorización y reciclaje también son inferiores a las medias europeas, con un 10 % y un 30 % respectivamente, frente al 24 % de los residuos que se someten a algún proceso de valorización o el 44 % que se recicla como media en la Unión Europea.

Envases y residuos de envases

La Directiva 94/62/CE modificada por la Directiva 2005/20/CE16, regula los Envases y Residuos de Envases. El reciclado y la valorización presentan tendencias ascendentes. España cumple los objetivos específicos de reciclaje para cada tipo de material, así como el objetivo general, que establece que a más tardar el 31 de diciembre de 2008 se reciclaría un mínimo del 55 % en peso de los residuos de envases. A 2013 la tasa de reciclaje española se situó en el 66,58 % y la de valorización (que también incluye el reciclaje) del 73,14 %. En comparación con la Unión Europea de los 28, España con una tasa de valorización del 73,14 % presenta un valor inferior a la media que es del orden del 79 %. La mayor tasa de valorización corresponde a Alemania con un valor del 97,72 %, mientras que la tasa más baja la presenta Malta con 38,23 %

Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

La Directiva 2012/19/UE, sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, tiene como objetivo establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana mediante la prevención o la reducción de los impactos adversos de su generación y gestión. En 2015 se ha publicado el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que deroga al anterior Real Decreto 208/2005, de 25 de febrero, y que transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva 2012/19/UE. Una verdadera revolución en el sector, pendiente a ser asimilado por empresas y administraciones públicas.

En el año 2013, el año más reciente al que hace referencia el informe, se generaron un total de 209.505 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos lo que supuso un incremento de 51.511 toneladas con respecto a 2012. De estos residuos un 91,55 % fueron valorizados continuando la tendencia ascendente mostrada en los años anteriores. La tasa de reciclaje ha sido del 82 % cifra que es inferior a la de 2012.

Residuos de vehículos al final de su vida útil

Por otro lado, la Directiva 2000/53/CE, relativa a los vehículos al final de su vida útil establece medidas destinadas, con carácter prioritario, a la prevención de los residuos procedentes de vehículos y, adicionalmente, a la reutilización, reciclado y otras formas de valorización de los vehículos al final de su vida útil y sus componentes, para así reducir la eliminación de residuos y mejorar la eficacia en la protección medioambiental. Esta Directiva fue transpuesta al ordenamiento jurídico español por el Real Decreto 1383/2002, de 20 de diciembre. En 2013 se incrementó la tasa de valorización alcanzando la cifra del 76,69 %, continuando la tendencia ascendente registrada desde el año 2010. Sin embargo esta cifra continúa siendo inferior a los valores alcanzados en los años 2007 y 2008. En lo que respecta al reciclaje en el año 2013 se alcanzó una cifra del 68,83 %, similar a los años anteriores. En la reutilización existe una tendencia ascendente desde el año 2007.

Consumo de energía primaria

El consumo de energía primaria se define como la cantidad total de recursos energéticos consumidos, ya sea directamente o para su transformación, en otra forma de energía. La unidad de medida es el Ktep (miles de toneladas equivalentes de petróleo). En 2014, el consumo de energía primaria renovable fue del 14,6 %, lo cual supone un ligero incremento con respecto a 2013 de 0,2 puntos porcentuales. El petróleo continúa siendo la fuente principal con un 42,9 % del total, disminuyendo su porcentaje ligeramente con respecto a 2013 que era del 43,3 %. Las siguientes fuentes son el gas natural (20%) y la nuclear (12,6 %) sin variaciones significativas con respecto al año anterior. El carbón pasó del 12 % en 2012 al 8,7 % en 2013 pero ha vuelto a subir en 2014 hasta el 10,1 %. En general la situación es prácticamente similar a la existente el año anterior, con un descenso muy leve en el petróleo y el gas natural correspondido con un aumento en el consumo de carbón.

Dentro del conjunto de las energías renovables, la situación vuelve a ser similar al año anterior siendo la fuente principal el conjunto de biomasa, biogás y residuos sólidos urbanos con un 4,5 % del total del consumo de energía primaria. Las siguientes fuentes renovables por importancia serían la eólica con un 3,8 % del total, presentando un ligero descenso de un 0,2 % con respecto a 2013 y la hidráulica con un 2,8 % y con un pequeño incremento del 0,2 % con respecto al año anterior. Observando la evolución desde el año 2010 en lo que se refiere a energía primaria se observa como desde 2011 se inició una tendencia creciente en la generación a partir de fuentes renovables alcanzando en el año 2014 la cifra de un 14,6 % respecto al total. Lo cierto es que aunque se pueda hablar de un incremento en la presencia de energías renovables en los últimos años, este es muy leve para ser significativo. Claramente el petróleo copa la primera posición en el consumo de energía primaria, seguido del gas natural.

Biocarburantes

La Orden ITC/2877/2008, de 9 de octubre, por la que se establece un mecanismo de fomento del uso de biocarburantes y otros combustibles renovables con fines de transporte, define los biocarburantes como aquellos combustibles líquidos o gaseosos para transporte producidos a partir de biomasa. A su vez, define biomasa como la fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos procedentes de la agricultura (de origen vegetal y de origen animal), de la silvicultura y de las industrias conexas, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales. El bioetanol y biodiesel constituyen los principales biocarburantes tanto a escala nacional como internacional. Pueden emplearse como combustible único o bien mezclarse en proporciones variables con otros combustibles. El indicador consumo de biocarburantes determina la cantidad de bioetanol y biodiesel, expresados en miles de toneladas, consumidos en gasolina y gasóleo respectivamente.

El consumo de biocarburantes en gasóleos es muy superior al consumo de biocarburantes en gasolinas, principalmente por el mayor uso de motores diesel en nuestro mercado. En valores absolutos, hasta noviembre (incluido) de 2015, se han consumido un total de 259 toneladas de biocarburantes en gasolinas, y 866 toneladas de biocarburantes en gasóleos. Observando la tendencia de los últimos años, en lo que se refiere a consumo de biocarburantes en gasolinas, ésta es estática. Mientras que en los biocarburantes en gasóleos se observan más fluctuaciones destacándose un marcado descenso durante el año 2013. En el año 2012 el consumo anual de biocarburantes en gasóleos y gasolinas en España fue de 2.149 t y 312 t respectivamente, con lo cual el descenso que se produjo en 2013 especialmente en los gasóleos, no se ha visto compensado con los incrementos posteriores.

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