Les presentamos un edficio público, pero también un espacio que hace de hogar de los estudiantes de la Facultat de Ciències de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Para aquellos que no conozcan el centro de educación superior por antonomasia, les explicaré que los estudios de ciencias se agrupan en edificios separados, que rinden homenaje a dos científicos baleares, al geólogo solleric Guillem Colom Casasnovas y al médico maonés Mateu Orfila i Rotger.
Con el edificio que les presentamos, la facultad pasó de estar dividida a estar conectada y a disfrutar de nuevos espacios para la docencia y la formación de futuros científicos de Balears. Vamos por partes. En 2006, la UIB convocó un concurso público del que fue ganador el arquitecto Miquel Florit i Pastor. Tres años antes, Fiol se había encargado de la reforma interior de una vivienda en un edificio plurifamiliar del ensanche de Palma, que fue seleccionada en la categoría de interiorismo y diseño de los Premis d´Arquitectura de Mallorca 2004-06.
Para la conexión de los edificios que integran la facultad de ciencias, Fiol tenía el reto de construir un edificio conector en un espacio residual, de trazas quebradas y zonas de paso entre áreas de aparcamiento. El arquitecto optó por colocar la edificación en la zona norte, configurando, así, una placita de escala domestica orientada al sureste, que conecta en ambos edificios, por los pasillos más cercanos a los vestíbulos de entrada de las facultades haciendo más intuitivo su recorrido.
El mismo Fiol apunta que "el proyecto se origina a partir de la fuerza ordenadora que tiene esta conexión que, a modo de corredor vasariano, une ambos edificios. A partir de éste, se van colocando cuatro cajas de manera tangente a la curva del pasillo, dando a cada una de las piezas una orientación propia, creando zonas exteriores de escala más doméstica".
En el edificio existen dos tipos de volúmenes: cerrados y abiertos. Los cerrados, que pretenden una introversión. El mayor de éstos contempla los espacios principales, y el menor, los servicios; aseos, ascensor y cuarto de comunicaciones. Por otra parte, están los volúmenes abiertos, con fachadas acristaladas que se relacionan con el exterior, como es el caso de los pasillos y la escalera, con vistas al jardín y a la Serra de Tramuntana, y el comedor para los alumnos, de una sola planta, que se sitúa dentro del patio, lo que permite disfrutar de la tranquilidad del jardín del edificio Mateu Orfila.
Cabe decir que el volumen principal de forma regular se halla separado del edificio Guillem Colom, de manera que se crea una calle pavimentada y arbolada, que permite la circulación de los estudiantes desde la zona de aparcamiento norte hasta la plaza enfrente del edificio Mateu Orfila, y el edificio Ramon Llull. En planta baja, encontramos el vestíbulo, relacionado a través de un mostrador con el servicio de reprografía, facilitando situaciones como la espera de fotocopias, consultas al tablón de anuncios, etc. Al fondo, se ubica la sala de informática, a la que se accede por el pasillo, que a su vez también es la entrada al edificio, desde la zona norte, comunicándolo con la zona de aparcamiento a través de una rampa. En planta piso se distribuyen las salas polivalentes que miran a la nueva calle.
Los exteriores se articulan de la siguiente manera: una plaza de encuentro que acoge la gente del aparcamiento de la zona norte, del estabulario y del mismo edificio, del que sale una rampa que facilita el acceso a personas con movilidad reducida; por otra parte, una calle que hace de corredor comunicador entre esta plaza y la principal que preside el edificio Mateu Orfila. También encontramos una área de descanso orientada al sur que a modo de anfiteatro que se usa de lugar de reunión y de descanso; y para acabar, la zona ajardinada del patio del edificio Mateu Orfila que se amplía hasta la rampa de acceso por la zona norte, anunciando el jardín que se esconde dentro del patio.
