-¿Qué tal, don Pablo?
-No me llame así. Llámeme Pablo, sin don. Somos todos iguales.
-Le puedo asegurar que yo no me dejaría coleta…
-…por razones obvias.
-Lleva usted la demagogia al extremo. Eso de que somos todos iguales…
-Que usted sea calvo, achaparrado, gafotas, y feo no quiere decir que no seamos iguales.
-Está usted perdiendo un voto…
-Mientras sólo sea uno.
-Un empollón metido a político…
-Un golfo metido a periodista…
-Perdone, pero yo soy médico. El Dr. Criminal…
-Para que luego digan que la Sanidad no ha ido peor con los gobiernos del PP…
-¿En qué le podemos diferenciar a usted del partido socialista?
-Yo soy muchísimo más progre que todo el partido socialista junto.
-Bueno, esa frase la podría rubricar hasta José Antonio Primo de Rivera.
-¡Qué gran hombre y qué gran incomprendido!
-El día del debate, todos se metieron con usted.
-Normalmente, en esos casos, uno se mete con aquél al que más teme.
-O sea que es usted el más temido…
-Bueno, no sé en qué orden estaré, pero en el catálogo de peligrosos de Rajoy, Rivera y Sánchez soy como el coco pero en mala persona… afortunadamente.
-Dicen que Pedro Sánchez tiene prohibido pactar con usted…
-Le haremos presidente del Gobierno, y eso acabará para siempre con su partido.
-¡Pero esa jugada es enrevesadísima!
-No lo crea. Me han contado que hasta el lumbreras de Antonio Hernando está a punto de entenderlo.
-¡Uuuuff! ¡Entonces lo impedirá!
-¡Qué va! Le interesa chupar del bote y se callará, como es la tradición de su partido.
-Oiga, ¿cómo es eso de que ahora es socialdemócrata?
-A ver; si ese engaño sirve para sacar medio millón de votos más, ¿por qué renunciar a ello?
-¡Pero eso es engañar a la gente!
-Cosa que demuestra que hemos asumido perfectamente el juego democrático.
-Por cierto, su chico de aquí, Alberto Jarabo, dice que si el PSOE no apoya a Podemos, retirará su apoyo a la Sustituta de Munar.
-Y mira que se esfuerza la pobre en parecer roja. Pero no se debe preocupar la sustituta. Seguirá, menudo chollo.