El arquitecto Alfons Barceló está preparando la construcción de esta vivienda en una de las zonas más bellas de la isla. Este unifamiliar de Santanyí constará de 200 metros cuadrados, ubicados en un solar rectangular de 30 metros de fachada y 20 metros de profundidad. Los materiales elegidos son revestimientos continuos combinados con partes de la estructura de hormigón visto y carpinterías exteriores de aluminio anodizado. En el interior se apostará por el pavimento continuo de hormigón y revestimientos verticales y carpinterías de madera de iroko.
La funcionalidad prima en la planta baja de la casa, que albergará la sala de estar-comedor, la cocina, una habitación doble con lavabo y el cuarto de instalaciones. Además, una parte de la planta baja se adelanta perpendicularmente hacia la calle, aportando privacidad al jardín y a la piscina. Esta última zona preside la parte exterior lúdica y reafirma la linealidad de la casa con sus nueve metros de largo por tres de ancho. Un doble muro crea el acceso de la escalera sumergida y limita la visión con el lateral del jardín.
Alfons Barceló explica que ha planteado la superficie de la entrada con una ligera pendiente "para salvar el desnivel desde la calle", que termina en un porche con espacio para estacionar dos vehículos. El acceso peatonal a la casa discurre justo al lado, separado por un muro bajo de hormigón visto; y un pequeño patio ajardinado con grandes cristaleras relaciona visualmente el punto de entrada con el interior de la casa a la vez que lo ilumina.
Iluminación y ahorro energético
En la planta baja, el comedor y la sala de estar junto con la cocina forman un sólo espacio abierto de 16 metros de largo por cuatro y medio de ancho. La cocina se distribuye linealmente con una doble encimera y barra. Un espacio que se relaciona con la entrada, el garaje y con el comedor a través de una puerta corredera que permite cerrar las vistas sobre ella.
Hay que destacar que la zona de estar-comedor se abrirá completamente en las fachadas sudeste y este a través de grandes cristaleras correderas. Para el control solar se proyecta un alero en la orientación sudeste que permitirá la entrada del sol en el interior en los meses de invierno disminuyendo así la demanda energética de calefacción, limitando su entrada en los meses de verano cuando el ángulo de incidencia solar es más pronunciado.
También contribuirá al control solar el cerramiento exterior móvil, vestido con persianas de aluminio anodizado que, además, permitirán cerrar el interior de vistas sin disminuir la capacidad de ventilación cruzada entre la fachada sudeste y las ventanas situadas en la fachada norte. Con este afán por contribuir a la eficiencia de la vivienda se ha apostado por la energía renovable. Por ello, se instalarán placas solares en la cubierta que contribuirán a producir agua caliente sanitaria y calefacción a través de suelo radiante.
Entre la sala de estar y el comedor arranca la escalera de un solo tramo que conecta con la planta superior. En el primer piso se distribuyen en batería tres dormitorios y dos baños completos. El alero continuo de hormigón sobre las ventanas de la orientación sudeste actuarán en el control solar, y las ventanas orientadas al norte asegurarán la ventilación cruzada y el confort de las habitaciones en los meses cálidos. Por otra parte, el porche de la fachada este estará abierto a tres orientaciones, por lo que será el lugar perfecto para disfrutar de las tardes de verano.
