La facultad de Medicina empieza a impartir materia el curso que viene. Bueno a impartir materia digamos que a meter alumnos en el aula y soltarles el rollo como buenamente puedan los ilustres profesores autóctonos que, incapaces de dictar cátedra en facultades más prestigiosas, pugnan por meter la cabeza en el nuevo claustro, que para eso han montado la nueva facultad, naturalmente. Aún estoy pensando en ir de oyente con unos cuantos amigotes „colegas ansiosos de reírse a mandíbula batiente„ a alguna de esas clases.
Eso sí, la calidad asistencial aumentará un montón, y la investigación ni te lo imaginas. Algunos pensamos que la jeta de los que eso aseguran no hay más remedio que medirla en metros cuadrados, por lo menos.
