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Reportaje

Joan Pons, el discípulo mallorquín de Raimon Panikkar

Está preparando su tesis doctoral sobre el filósofo Raimon Panikkar, el hombre que rehusó ser cardenal de la Iglesia católica. Incluirá más de 1.700 textos inéditos del sabio

Discípulo: Joan Pons ejerció de hombre de confianza, amigo y discípulo de Raimon Panikkar.

Angelo Roncalli, el papa Juan XXIII, elevado a los altares por el actual pontífice, Francisco, le dispensó una reconocida simpatía y amistad, tanto intelectual como personal, hasta el extremo de querer nombrarlo cardenal de la Iglesia católica, pero Raimon Panikkar rechazó la púrpura porque para entonces, recien iniciada la década de los sesenta del pasado siglo,su reino ya no era de este mundo. Panikkar, doctor en Ciencias Físicas, doctor en Ciencias Químicas, doctor en Filosofía y doctor en Teología, además de sacerdote, es uno de los grandes sabios del siglo XX. Nació en Barcelona en 1918, cuando en España se vivían jornadas de huelgas revolucionariasy laRestauración canovista era ya una fórmula agotada. Hijo de madre catalana cristiana y de padre indio de creencia hindú, Raimon Panikkar dejó dicho que se fue a la India cristiano para descubrirse hindú y convertirse al budismo, sin por ello renunciar a sus raíces cristianas. El filósofo mallorquín Joan Pons es una de las personas que mejor conoció a Panikkar, quien falleció en 2010. Durante más de una década fue su amigo, hombre de confianza y discípulo, y por ello receptor y albacea de muchos de sus escritos. Ahora prepara su tesis doctoral sobre Panikkar, para la que cuenta en su archivo con más de 1.700 textos inéditos del sabio. Dice de él que "es un hombre difícil de presentar, puesto que abarca tantas facetas que se hace imposible decir quién era cabalmente".

Pons se transmuta en un incontenible torrente cuando habla de Panikkar. Es casi imposible hilvanar una conversación ordenada, porque constantemente da saltos en el tiempo, desafiando todas las leyes de la Física, y con no menor profusión pasa de un asunto a otro, pero al final se adivina tanto el enorme afecto, entusiasmo y veneración que siente hacia el maestro, como la profundidad del pensamiento de un hombre que colaboró nada menos que en la fundación del Opus Dei. Raimon Panikkar fue amigo de Escrivá de Balaguer, el sacerdote que moldeó al Opus como lo que hoy es: una de las organizaciones más poderosas, con más influencia política y económica de la Iglesia católica. Cuenta Joan Pons que la idea original que anidaba en Panikkar era la de fundar una organización que contribuyera a conocer a Cristo en toda su enorme complejidad, pero que rápidamente se distanció de Escrivá al constatar que lo que pretendía era crear un sistema jurídico-político-económico que nada tenía que ver con el proyecto original en el que había colaborado Panikkar. Escrivá y Panikkar eran amigos íntimos, pero este se dio cuenta de lo que pretendía el primero, por lo que se alejó. "En cierta manera se sintió traicionado", afirma su discípulo.

Joan Pons inicia una larga disgresión sobre el filósofo, quien obtuvo en la UIB el primero de los múltiples doctorados que le concedieron universidades de todo el mundo, entre ellas las más prestigiosas de Estados Unidos, Europa y Asia. Explica que en la filosofía de Panikkar subyace la idea de que las tres religiones del libro, cristianismo, judaísmo e islamismo, son "religiones de la palabra". Pons conoció al filosófo en el transcurso de una retiro de meditación que daba en Vic, y ya no se separó de su lado hasta su muerte, fue su confidente durante doce largos años. "Me quedé absolutamente fascinado ante todo lo que encarnaba, por su personalidad, por la sabiduría que de él emanaba", asegura, afirmando taxativamente que fue capaz de llegar a la síntesis entre Oriente y Occidente. "Su obra es tan vasta e inmensa que ha obtenido un reconocimiento internacional apabullante -dice- , hasta el punto de ser considerado uno de los más grandes". Cuenta que la primera universidad europea que le concedió el doctorado honoris causa fue la UIB. "De entrada, era reacio a aceptar el doctorado -recuerda-, pero pude convencerle de que lo hiciera, con lo que finalmente en 1992 se le otorgó". Al preguntarle a qué se refiere Panikkar cuando precisa que las tres grandes religiones lo son de la palabra, responde que "lo que dicen las escrituras son sucedáneos de la palabra, porque Jesús es la palabra", precisando que Panikkar renunció a ser parte de una secta de doce personas (los apóstoles) al considerar a Cristo muy anterior al nacimiento de Jesús de Nazaret.

En el Pirineo Raimon Panikkar se refugió en los últimos años de su vida en su casa enclavada en los Pirineos catalanes, donde siguió escribiendo hasta el final

Joan Pons explica que Panikkar hizo una distinción muy nítida entre cristianismo, cristiandad y cristianía. Al rogarle que aclare el asunto señala que el primero es un sistema doctrinal que no llega al alma; el segundo es el cuerpo ideológico doctrinal de carácter global que ha hecho al hombre occidental como es hoy; supone la raíz cultural de Occidente, mientras que la cristianía profundiza en la vida de Jesús como hombre divino.

Casado por lo civil

Sorprende que alguien como Raimon Panikkar, sacerdote, casado por lo civil y habiendo adoptado hijos, no originara una furibunda suspensión por parte del Vaticano en los tiempos en los que la ortodoxia del polaco Wojtila, Juan Pablo II, se impuso a rajatabla. Pons relata que en Roma, suscitaba simpatías y antipatías, pero que siempre sostuvo que el Vaticano no le interesaba en absoluto, que el sistema jerarquizado de la Iglesia católica no era el suyo. Otra de las tesis defendidas por Panikkar se basaba en considerar que las cosas se han degenerado hasta tal punto que el mundo padece "una epidemia de banalidad, al haberse perdido el sentido original de las palabras". Pons destaca otras dos sentencias de Panikkar: "en el mundo hay 35 millones de soldados, por lo que se hace evidente que vivimos en un sistema de pánico total" y que "desde 1945 (año en el que concluye la Segunda Guerra Mundial) cada día mueren 2.900 personas por actos de guerra, siendo el 80 por ciento víctimas civiles", lo que hoy cínicamente se denominan "daños colaterales".

En sus escritos, remacha Joan Pons, Panikkar declara que la religión "no solo trata del cielo más allá, sino también del infierno más acá", para sentenciar que "la religión no es solo buena, también puede ser perversa", añadiendo que "la más masiva movilización militar capitaneada por Estados Unidos y seguida fielmente por todos sus aliados ha sido una prueba más de la realidad de aquello que la sociología americana ha llamado religión civil". Su vinculación ideológica con el hinduísmo y el budismo queda sobradamente acreditada cuando declara que "los occidentales y sus paisanos occidentalizados son unos primitivos que han confundido la vida humana con la satisfacción de las necesidades", lo que le conduce a decir que "lo que se juega en la India no es solamente el destino de aquel subcontinente, sino de la humanidad entera".

Joan Pons destaca los doctorados que adornan el inmenso currículo de Panikkar. En 1941 obtiene la licenciatura en Ciencias por la Universidad de Barcelona para, en 1958, cursar el doctorado en la Universidad de Madrid con la tesis Ontonomía de la ciencia. Sobre el sentido de la ciencia y sus relaciones con la filosofía. Con anterioridad, en 1942, obtuvo la licenciatura en Letras, también por la Universidad de Madrid, y en 1946 el doctorado con la tesis El concepto de naturaleza. Análisis histórico y metafísico de un concepto. El doctorado en Teología lo obtiene en la Universidad Lateranense de Roma. La tesis doctoral, en inglés, versa sobre El desconocido Cristo del hinduísmo. El tercer doctorado es suyo en los inicios de la década de los sesenta del siglo pasado, en 1961.Pons considera adecuado resaltar su bagaje académico para enfatizar la múltiple personalidad intelectual de Panikkar, un sabio que hizo saltar las costuras del pensamiento ortodoxo.

Tesis Joan Pons se halla enfrascado en la preparación de su tesis doctoral, que versará sobre la figura y la obra de Raimon Panikkar. G. Bosch

El discípulo resalta el pesimismo, el lúcido pesimismo, que Panikkar sentía respecto al futuro de Europa. "Lo que sí me parece indiscutible -afirma en otro de sus artículos- es que, tanto si Europa tiene raíces cristianas como si no las tiene, los frutos ciertamente no son cristianos". Hacía referencia a si la abortada Constitución europea debía mencionar las raíces cristianas de Europa, asunto que consideró discutible. Establece que "sin las raíces cristianas no se concible Europa y que el cristianismo ha sido un factor esencial en la historia europea, no solo antes, sino también de ahora". "Pero dicho esto -prosigue-, hay que reconocer que Europa tiene también otras raíces". Cita las islámicas, romanas, judías, griegas y prehistóricas. Su pacifismo a ultranza queda constatado en la siguiente afirmación: "la conciencia cristiana es incompatible totalmente con el servicio militar. Tradicionalmente el militar tenía una función positiva, como defensor del indefenso y elemento de cohesión social, pero cuando las armas dejan de ser una prolongación del brazo, lo militar degenera hasta convertirse en lo peor".

Joan Pons comenta que la tesis doctoral que está preparando incorporará muchos de los más de 1.700 escritos inéditos que en su archivo conserva de Raimon Panikkar. La selección le está acarreando un considerable trabajo, puesto que se trata de escoger los más representativos del pensamiento del filósofo, lo que, a veces, es del todo imposible, comenta, por la vastedad de los asuntos que trata y la profundidad de los mismo. "La selección es complicada -afirma-, porque es muy difícil decidirse por uno u otro, hay que estudiarlos a fondo".

Joan Pons hace referencia a lo dicho por Raimon Panikkar acerca del cristianismo. El filósofo dejó dicho que había muerto, que cuanto antes feneciera, antes estaría en disposición de renacer, afirmación decisiva para entender cómo entendía el cristianismo Panikkar, la influencia que tuvieron en él las religiones orientales, hinduísmo y budismo, lo que le condujo a buscar la fusión de las distintas creencias, de ahí, prosigue, que considerara al Cristo mucho más antiguo que el nacimiento de Jersús de Nazaret.

Doctor honoris causa de la UIB. El rector Llorenç Huguet hizo entrega del doctorado a Raimon Panikkar en una solemne ceremonia. Massuti

Epidemia de banalidad

Panikkar decía que la gran epidemia de los tiempos modernos es la banalidad, lo que le lleva a afirmar que debemos sacarnos de la cabeza la idea de unos representantesde las religiones que piensan como representantes de una casa comercial, ya que la religión es descubrir que hay algo más que comer, beber, formir y amar. Para Panikkar si nos concentramos en decir que todos queremos lo mismo, "yo ya no te necesito". En cuanto a la "epidemia de banalidad", se debe a que la gente vive agobiada, "no dispone de tiempo para vivir realmente", por lo que dice sentir que mucha gente le manifiesta que no le molestes, que todo es muy complicado, que mejor no le hagas pensar. De ello deduce que estamos demasiado preocupados por las cosas, siendo esclavos del tiempo. "No sabemos vivir; no cultivamos el arte de vivir, que es la cultura, y el arte de conversar, el arte de saber perder el tiempo", asegura.

Pons todavía no sabe cuándo leerá la tesis doctoral, pero sí está convencido de que será un abosluto reconocimiento a lo que ha supuesto Raimon Panikkar para el pensamiento filosófico actual. Insiste en recordar la multitud de reconocimientos que obtuvo de innumerables universidades, citando a las más prestigiosas de Estados Unidos y Europa, entre ellas Harward y Cambridge, que se enorgullecieron de tenerlo en sus aulas. "No deja de ser chocante que, al igual que ha sucedido con Ramon Llull, Raimon Panikkar sea mucho más conocido y apreciado internacionalmente que en España, eso es algo que llama la atención", dice. Pons no lo manifiesta, pero queda clara su intención de aprovechar la lectura de la tesis doctoral para tratar de que en la UIB la figura y el pensamiento de Raimon Panikker obtengan el conocimiento académico que debería tener, de ahí que la prepare con parsimonia y esmero, para lo que cuenta con un archivo documental descomunal. Los más de 1.700 escritos inéditos del filósofo catalán serán puestos, llegado el momento, a disposición de los estudiosos de Panikkar. El deseo de Pons es que finalmente se le conozca en profundidad, no en balde la UIB lo hizo doctor honoris causa.

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