La luz viste esta espaciosa casa, un hogar conectado con el entorno natural de Llubí. Teresa y Jeroni, una pareja joven y decidida, encargaron al arquitecto Alfons Barceló la construcción de su nuevo hogar. Sus ideas eran claras: emprender una vida en común en una casa espaciosa y abierta al paisaje. Las obras tuvieron lugar hace 12 años en el solar que disponían en la entrada de este pueblo mallorquín.
El resultado es un hogar donde se disfruta cada momento de los quehaceres domésticos, abierto totalmente al paisaje y en el que el blanco inmaculado de las paredes da la bienvenida a la luz mediterránea que embellece Mallorca. Un gran volumen central de casi 6 metros de altura cuya planta baja es un único espacio solo interrumpido, a veces, por el simple desplazamiento de las grandes puertas correderas. Aquí se encuentra el comedor, el salón, la cocina y las dependencias auxiliares, junto con un estudio, un dormitorio doble que incluye un vestidor y un baño, y también un garaje, un porche y una pequeña piscina. A través de las generosas aberturas, la luz penetra en el interior por todas partes, proporcionando de día una prolongación visual hacia el exterior que de noche se invierte, siendo el interior el protagonista.
Siguiendo esta misma filosofía, el sótano cuenta con una sala multiuso con luz natural y una bodega, ambas dependencias comunicadas interiormente con el resto de la vivienda. La vivienda se completa con los dos dormitorios y el baño de la planta primera, cuyo proyecto fue ejecutado por Eix 114, con los hermanos Vicente y Javier Tur a la cabeza, bajo la dirección de los aparejadores Tomeu Roig y Joan Roig.
La obra transcurrió con normalidad y entusiasmo y a medida que avanzaban los trabajos surgían aquellos espacios plasmados en unos planos abstractos fruto de la interpretación de las inquietudes de los promotores. Hasta que, en 2004, la obra dejó de serlo y se convirtió en una casa desnuda donde la luz y las sombras vestían el interior. El interés de Teresa por el diseño facilitó la fase de acabados y el interiorismo, puesto plasmó su buen gusto en la elección del mobiliario.
