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Memorias de la cocina

El tomate, de desconocido a imprescindible

El tomate, de desconocido a imprescindible

Algunos de nuestros ingredientes habituales no lo han sido hasta hace relativamente poco. Resulta imposible imaginar la cocina europea y, en particular la nuestra, sin elementos tan habituales como la patata, el pimiento, el calabacín o el tomate (el tombet). Y no obstante, el tomate no empezó a utilizarse con finalidad culinaria hasta bien entrado el siglo XVIII, tres siglos después del descubrimiento de América, de donde provino.

Nuestra cocina „que seguía con una cocina casi medieval„ salió del estancamiento gracias a los productos llegados de América. Pero aunque nuestra cocina ha sido dinámica e integradora a lo largo del tiempo, hubo reticencias a la hora de asumir nuevos ingredientes que producían recelos e incluso rechazo, por motivos diversos.

El tomate llegó pronto a España pero fue considerado una rareza o una curiosidad botánica en los primeros siglos y no fue utilizado „sólo raramente„ hasta el siglo XVII. En las islas, un siglo más tarde, llegarían a consumirlo ricos y pobres, aunque escasamente, y hallamos la evidencia registrada en los recetarios de los franciscanos de Menorca y los agustinos de Mallorca, donde el tomate aparece sólo en nueve recetas. Algunos decenios después ya fue habitual y puede decirse que, a partir de entonces, existen pocos platos salados „salsas, sofritos, ensaladas„ que no contengan tomate. Hoy resulta imprescindible.

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