-¿Qué tal, don Pep?
-¿No podría ser esta entrevista en catalán, en inglés o en alemán?
-Lo siento, sólo puedo ofrecerle el cingalés y el tamil como alternativas al castellano...
-No soy tan exótico. Sigamos con el castellano, pero llamémosle español.
-¿Y eso?
-El español es el idioma que se habla en el país de usted. Es la nueva estrategia, pardal.
-No me acordaba de que usted también se dedica a la política y manda mensajitos...
-Los intelectuales cultos somos así.
-Cómo hay que hacer para ser culto...
-Pues, por ejemplo, leer a poetas como Ausias March, Roís de Corella, Dolors Monserdà, Josep Carner, Ventura Gassol, Blai Bonet, Martí i Pol, Agustí Pons, Jordi Vintró, Lluís Llach...
-...Neruda, Lorca, Gil de Biedma...
-¿Mande?
-Hablemos de fútbol...
-...fumbol...
-Eso. Dicen que Rummenigge está hasta las narices de usted.
-Cada uno con sus manías. Rummenigge era extremo y, por lo tanto, atolondrado. Además sólo es un aficionado. Ahora que me piro lo puedo decir.
-Pero usted ha conseguido tres ligas en Alemania...
-Sí. Y con tanta posesión que para desposeernos lo que hace falta es un exorcista.
-Algunos responsables del Bayern, entre ellos Beckembauer, acusaban su sistema de aburrido...
-Beckembauer, ja, otro aficionado.
-Cuál será el plan que usted seguirá el año que viene en el Manchester City...
-Pues intentar llegar a semifinales de la Champions. Con un poco de suerte para que no nos toquen los del Atleti.
-No puede usted con ellos, ¿eh?
-Es que son muy aburridos.
-Su centrocampista favorito, Arturo Vidal, dice que el Atleti es un injusto finalista de la Champions...
-Lleva poco tiempo conmigo y aún no me ha dado tiempo a enseñarle que lo que se piensa no se debe decir en público. Piqué, por ejemplo, lo sabe perfectamente.
-¿Le desea suerte al Atleti en la final?
-Espero que la ganen. Aunque en el fondo, me da igual porque se trata de una final entre dos equipos extranjeros.
-¿Extranjeros?
-En Milán, que es donde jugarán, son extranjeros.
-¿Algún mensaje para los aficionados del City?
-Que se van a hartar de que tengamos el balón, seguro.