La familia Horrach Moyá decidió apostar fuerte por la tan deseada regeneración de la Playa de Palma que en los últimos años ha dado tanto que hablar y que por fin gracias a la iniciativa de algunos hoteleros, empresarios visionarios de nuevo, como lo fueron entonces en los inicios del turismo, han vuelto a apostar por la innovación sin olvidar de donde provienen y teniendo más claro, desde la experiencia, hacia donde van. El hotel Balanguera Beach, es un buen ejemplo de ello, y también de como cambiando el entorno el turista cambia sin apenas esfuerzo, adaptándose al nuevo medio de manera natural.
Contemplamos la fachada desde el respeto al lugar, al espacio y a la época en que se construyó el edificio. No se propuso una fachada contemporánea, surgió a partir del estudio de los recursos y materiales utilizados en aquella época. El equipo de trabajo involucrado comandado por Antonia María Horrach tomó las celosías, tan utilizadas en aquel momento, como lenguaje de unión entre el presente y el pasado.
Las zonas comunes, el hall, salón, bar, terrazas, restaurante, se contemplaron desde una misma mirada, un mismo discurso€ Un ambiente fresco, limpio, sencillo, donde dibde sepriorizando el trabajo de artesanos y la utilización de materiales autóctonos, respetando al máximo nuestra tradición se muestra al visitante quienes somos y de dónde venimos. Es una oportunidad de darse a conocer única , muy desaprovechada hasta la fecha, la de poner en valor lo que nos es propio como cultura mediterránea. Espacios, todos ellos, abiertos a la luz. La luminosidad y la simplicidad impregnan cada zona.
Se han utilizado textiles artesanales de lino y algodón. Estos recorren todos los espacios, bañando paredes, bancales, cojines y suelos. Diseños inspirados en nuestro pasado y reinterpretados desde nuestra contemporaneidad. Alfombras de sisal y fibra de coco recorren pasillos y zonas comunes aportando calidez y frescor y regalando su característico aroma a campo.
Se eligieron suelos de terrazo, ya utilizados cuando se construyó el edificio, con la finalidad de recrear parte del ambiente de antaño. Todas las mesas del restaurante se realizaron con maderas recicladas, al igual que las distribuidas en las zonas del bar y terrazas, también construidas a partir de diseños exclusivos y con materiales como el hidráulico, elaborados de forma artesanal. La piedra natural y el sisal trenzado se han utilizado también para la creación de lámparas colgantes.
Las paredes del hotel se han encalado y tratado con el máximo respeto a los patrones de antaño. Los espejos de caña natural, que recorren toda la pared del bar, forman parte de un mismo concepto de recuperar diseños de entonces.
La escalera se contempla como hilo conductor de todos los materiales utilizados en la reforma. De forma armoniosa, conviven tramos y peldaños de diferentes hidráulicos, combinados con maderas y textiles presentes en todo el hotel.
Se ha querido crear un ambiente respetuoso con nuestra cultura, con nuestro entorno mediterráneo. El arte contemporáneo está presente en todos los espacios. Las obras de arte conviven con el lugar, de forma sutil y radical, crean nuevas miradas, nuevas percepciones, nuevas reinterpretaciones. E invitan a una reflexión, a un nuevo comportamiento, a una nueva forma de disfrutar de las vacaciones.
El hotel cuenta con sky club con solárium y piscina en la azotea con una decoración mediterránea. Un paraíso para explayar la vista a otras construcciones vecinas y al mar que dan idea de la riqueza arquitectónica de la zona donde hay edificios que debemos valorar y respetar. E incluso sentirnos orgullosos.
Las habitaciones son muy luminosas, creadas a partir de colores y texturas naturales. Los lavabos y mesas de noche realizadas en hidráulico son únicas y exclusivas. De lo común se ha pasado a un refinamiento total, a un amor total volcado al turismo, volcado en definitiva a las personas.
