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Medio ambiente

25 años de aniversario (I)

Después de cinco lustros se ha iniciado el camino para ampliar la zona protegida en Cabrera, que puede llegar a superar las 90.000 hectáreas

Castillo de Cabrera.

Fue en aquel lejano año 1991 cuando Cabrera fue declarado parque nacional, figura de máxima protección ambiental en la legislación española. Con él son ya 15 los parques nacionales declarados en nuestro país. En el caso de Cabrera, combina una superficie protegida terrestre de 1.318 hectáreas y otra marina de 8.703. En total, 10.021 hectáreas que gozan, entre otras figuras internacionales de protección, de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y de Zona de Especial Protección de Importancia para el Mediterráneo (ZERPIM). A día de hoy, aparte de Cabrera, existen dos parques nacionales que aportan superficie marina: Islas Atlánticas con 7.300 hectáreas y Doñana con 3.700 hectáreas. Una superficie que representa algo más del 5 % de la superficie total de la red. Insuficiente desde cualquier punto de vista.

Durante estos años no han sido pocas las voces que se han alzado para pedir una ampliación del Parque Nacional Marítimo-terrestre del Archipiélago de Cabrera. Entre ellas Oceana, organización internacional que vela por la conservación de los océanos y la Fundación Rodríguez de la Fuente. "Es un espacio natural protegido, emblemático, único en el Mediterráneo, del que todos los sectores, incluso los que en principio obstaculizaron su declaración, celebran su éxito como parque", explicó en Palma, Odile Rodríguez de la Fuente, hija del famoso comunicador y directora de la Fundación en noviembre de 2013.

Conscientes de su importancia, el pasado día 7 de agosto el Consell de Govern aprobó solicitar al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) el inicio del procedimiento para proponer al Consejo de Ministros la ampliación de los límites geográficos del Parque Nacional Marítimo-terrestre de Cabrera. "Se inicia un camino en el que, como mínimo, se duplicará la superficie protegida del parque, pasando de las 10.000 hectáreas actuales a las 20.000, y como máximo, siguiendo la propuesta de Oceana esta ampliación supondría alcanzar las 90.000 hectáreas protegidas", apuntó Francina Armengol, presidenta del Govern de les Illes Balears.

Desde entonces, la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha empezado a dar pasos en esta dirección. El último, el pasado día 14 de abril cuando la directora general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Caterina Amengual, se reunió con Basilio Rada, director del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), dependiente del MAGRAMA, con el objetivo de trazar una hoja de ruta para la ampliación del parque nacional. "Dado que la ampliación está en aguas exteriores, se requiere en todo momento la implicación del ministerio. En este sentido, se ha decidido que el mecanismo para sacar adelante el proyecto sea una ley, ya que la superficie que se propone ampliar es casi diez veces mayor que el parque actual", apuntan fuentes de la Conselleria. Un ampliación vista con buenos ojos por parte del OAPN "siempre que se fijen mecanismos de coordinación, como una comisión mixta con el Govern balear en la que se traten los aspectos relacionados con la gestión. Precisamente en este aspecto se ha constatado la necesidad de desarrollar el control telemático del parque. Actualmente hay tecnología disponible suficiente para gestionarlo con medios remotos", apuntan desde el organismo autónomo.

Algunos motivos

A raíz del inicio los trámites de la ampliación, Oceana ha felicitado recientemente al OAPN y al Govern por el comienzo de los trámites oficiales para la ampliación de Cabrera, anunciado el pasado 20 de abril en la sesión plenaria del patronato del parque y que ya adelantó el Govern el pasado día 14. Se confirma, además, la inclusión del escarpe de Emile Baudot en la futura zona protegida, lo que dotará a la red de parques nacionales de sistemas naturales marinos aún no representados en la misma.

"El anuncio oficial de la ampliación del Parque Nacional de Cabrera tiene trascendencia internacional. Esta iniciativa aportará a Balears el mayor parque nacional marino del Mediterráneo occidental y el más diverso, ya que protegerá importantes hábitats y especies y alcanzará profundidades de hasta 2.000 metros. Cabrera hará más visible la parte olvidada de la red de parques nacionales, su parte marina", explica Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa.

El primer paso necesario y determinante para conseguir la ampliación es ya un hecho, dado que el Govern de les Illes Balears ha requerido oficialmente al Gobierno central su deseo de ampliar Cabrera y ha acordado con el OAPN la hoja de ruta del proceso de ampliación. Así, el siguiente paso es la creación de una comisión mixta de trabajo para la elaboración de una propuesta de ampliación consensuada entre ambas administraciones. Por último, la propuesta será sometida al procedimiento administrativo pertinente, proceso que desde la administración advierten que será largo hasta su publicación final. "Oceana destaca la necesidad de establecer un calendario claro de actuaciones, teniendo en cuenta la duración de las legislaturas, el Horizonte 2020 y la urgencia de protección de estos ecosistemas", detalla Aguilar.

Desde 2006, Oceana ha investigado los fondos marinos aledaños a Cabrera, habiendo realizado seis campañas oceanográficas y documentado ecosistemas de relevancia internacional que requieren protección sin dilación. Con la ampliación de Cabrera se protegerán formaciones marinas tan espectaculares como el arrecife coralígeno Fort d´en Moreu, el escarpe de Emile Baudot y hábitats esenciales para peces comerciales o amenazados, así como cetáceos, aves y tortugas marinas.

La divulgación, clave

Para poder acercar el parque nacional a la población, el Instituto Balear de la Naturaleza (IBANAT), organismo dependiente de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Pesca, tiene dos convenios de colaboración en vigor con los Ayuntamientos de Palma y de ses Salines para inversiones en las infraestructuras de los municipios y actividades de divulgación de Cabrera: 95.544,83 euros para ses Salines y 131.047,51 euros para la capital balear, procedentes de la subvención que otorga el MAGRAMA en las áreas de influencia socioeconómica de los parques nacionales. Así, en el convenio con el Ayuntamiento de ses Salines se subvencionarán, por este orden de prioridad, visitas guiadas al parque nacional (11.000 euros), señalización urbana en el término municipal (29.349 euros), adaptación al mobiliario urbano (15.000 euros) y pavimentación del camino rural la Pleta de Morell (40.195 euros). En cuanto al convenio con el Ayuntamiento de Palma, el consistorio propone la recuperación, consolidación y musealización del monasterio bizantino de Cabrera (13.000 euros), educación ambiental en el parque nacional (39.036 euros), señalización en el archipiélago (18.797 euros), control de visitantes (20.000 euros) y ampliación de la estación fotovoltaica (40.743 euros). Estas actuaciones contribuyen divulgar los valores y la importancia del parque nacional entre amplios sectores de la sociedad y lograr una mejora muy necesaria de las infraestructuras.

Entrando en detalle, el primer proyecto presentado por el ayuntamiento de ses Salines, el de visitas guiadas, se dirige a los niños de más de cinco años de los dos centros escolares que hay en el municipio: uno en ses Salines, con 199 alumnos y otro en la Colònia de Sant Jordi con 188. La visita se hará con sus tutores y acompañados de biólogos durante el periodo escolar de abril a junio, y se complementará con la entrada al centro de interpretación de Cabrera. La iniciativa de la señalización urbana en este término municipal tiene como objetivo facilitar la localización de la zona y de la oficina portuaria en la Colònia de Sant Jordi, los puntos de venta de tickets de las empresas que hacen el transporte en Cabrera y los puntos de embarque del puerto de destino en la isla, entre otros. Además, en la Punta Alta o en el Far des Carregador se ubicará un cartel informativo con la silueta del archipiélago y los topónimos más significativos. Esta señalización se hará con palos y banderolas de aluminio ubicados en las vías y las plazas principales de la Còlonia de Sant Jordi. La tercera iniciativa se refiere a la instalación de quince aparcamientos de bicicletas, repartidos por las plazas más visitadas en la Colònia y de veinte bancos, utilizando material reciclado, repartidos por las zonas costeras desde las que se pueda disfrutar de la vista del archipiélago de Cabrera.

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