En un mes descontrolado
con tan pocas cosas buenas,
por completar la ocasión,
se muere Manolo Tena;
buen tío, buena persona,
un músico como un templo,
aunque en cuestión de salud
Manolo no era un ejemplo.
Ya fuera pasando frío
o tocando una madera
o por su sangre española:
un fulano de primera.
Y los que aquí nos quedamos
esperamos que la cola
sea larga y con mucho ruido,
sin prisa en decirle hola.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!