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La casa

Elegante, moderna y funcional

Palmer Blanch Arquitectos ha remodelado una de las dos cafeterías del hotel, playa golf, hoy convertida en un lugar ´cool´ que invita a dejarse ver

Desde hace muchos años se habla de la necesidad de convertir la Playa de Palma, que con el tiempo se había quedado obsoleta y anticuada acogiendo un tipo de turismo que no invitaba precisamente a grandes preocupaciones de estilo, de ahí que hubiera inmovilismo y cierta dejadez contagiosa e insana. Se hablaba decíamos de la necesidad de creer y sobre todo de crear un nuevo eje que actuara de polo de atracción de la creciente demanda de un turismo de mayor calidad y más selectas necesidades estéticas aprovechando de esta manera las inmensas posibilidades que la impresionante lengua de arena regala y que nada tiene que envidiar a la mejor playa del mundo, más bien todo lo contrario, hoy y por su situación, tan cercana al casco histórico y a la ciudad de Palma, puede y debe serlo. De hecho se intenta hacer realidad lo que su nombre indica, ser la Playa de Palma, dada su cercanía al centro de la ciudad.

Llevados por esta ilusión un pequeño grupo de empresarios comenzaron a remodelar y reconvertir sus establecimientos para esta nueva e ilusionante reinvención. El hotel Playa Golf desde el principio se unió a esta idea y, dada su estupenda situación en primera línea y su larga historia, contó con la profesionalidad, el buen gusto y su dilatada experiencia en este tipo de trabajos, del estudio de arquitectura e interiorismo Palmer Blanch Arquitectos para la remodelación de una de las dos cafeterías del hotel, MG Café, hoy convertida en un lugar cool que invita a dejarse ver. Es curioso pero hasta la persona más despreocupada del mundo en cuanto entra en un espacio cuidado cambia de actitud y adopta una postura diferente. Desde el principio surgió la complicidad y el buen entendimiento entre la propiedad y el equipo formado por la arquitecta Laura Blanch y la interiorista Alejandra Company. El proyecto apuesta por una distribución especial de los elementos, nada homogénea, donde se combina toda clase de mobiliario, creando así distintos espacios y formas de sentarse, de sentir€ donde el cliente puede experimentar diferentes sensaciones. La utilización de elementos tradicionales como las lámparas de esparto, en combinación con sofás de madera decapada, el tradicional balancín mallorquín mezclados con balancines de aluminio de diseño moderno, es la composición de estos elementos la que te invita a entrar.

De esta forma, el antiguo espacio anodino quedó convertido en un acogedor ambiente retro-chic con elegantes guiños a escogidas piezas de diseño escandinavo de los años 50. La acertada combinación de colores, topo, blanco roto y toques turquesa y maderas decapadas aporta calidez y diálogo con el siempre presente azul de mar. No olvidemos que estamos en primera línea, y logran que el cliente se sienta a gusto en un espacio algo alejado del minimalismo funcional tan en boga.

El interiorismo de los espacios es sólo un reflejo de lo que el local ofrece, una excelente cocina mediterránea con algún toque de fusión del chef Alberto García realizado siempre con las mejores materias primas. Estamos hablando de ofrecer calidad donde antes se ofrecía masificación.

Todo este proyecto ilusionante ha dado como resultado que los distintos ambientes de se estén convirtiendo en un punto de referencia y lugar de encuentro tanto de extranjeros como, cada vez más, de los propios residentes, dando respuesta a todas horas a la nueva imagen de la Playa de Palma que todos deseamos.

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