Ni el hotel Plaza ni el Dakota tienen las mejores vistas de Central Park. Ese privilegio está reservado para unos pocos elegidos que ni siquiera residen allí por decisión propia. En el lado opuesto del parque de donde se encuentra el hotel Plaza se ubica el centro penitenciario Lincoln. Es una cárcel de hombres de baja seguridad. La mayoría de internos están a las puertas de su excarcelación o cumplen condena por crímenes relacionados con el consumo o el tráfico de drogas.
A excepción de las ventanas bloqueadas y su terraza con barrotes incluso en el techo, cualquiera que pasee junto al 31 West de la calle 110 tendrá difícil identificar el edificio con una cárcel. Se trata de una construcción tradicional de principios del siglo XX, de ocho pisos de altura, a unos pocos metros del Duke Ellington Circle, con privilegiadas vistas al Harlem Meer en primer plano y el resto del parque y los rascacielos de la ciudad al fondo.
Los responsables del centro penitenciario se muestran muy satisfechos de la falta de incidentes y el hecho de que la mayoría de sus vecinos apenas conocen la actividad que se desarrolla en el interior. Y si pocos neoyorquinos saben sobre la existencia del Lincoln Correctional Facility, aún menos conocen su historia. Su construcción data de 1914 y originalmente fue una residencia de acogida de mujeres judías pobres recién llegadas a Nueva York. En esa época vivían en Harlem unos 175.000 judíos y era considerado como el tercer asentamiento judío más grande en el mundo, después del Lower East Side de Nueva York y de la capital de Polonia, Varsovia.
Tras varias décadas de actividad filantrópica, la institución cerró sus puertas entre otros motivos porque los residentes judíos decidieron mudarse al Upper West Side y abandonar Harlem. En 1946 abría sus puertas una nueva institución, la escuela experimental New Lincoln School, fundada en 1917. La escuela, que se encontraba a cargo del Columbia University´s Teacher´s College, estuvo en activo hasta 1974, muy poco antes de que fuese reconvertida en centro penitenciario.
La prisión de Lincoln no es la única que existen en la ciudad de Nueva York. En 2010 había 13 prisiones en activo. Una de esos centros penitenciarios, la Bayview Correctional Facility, cerró sus puertas debido a falta de presupuesto y a su ubicación privilegiada. La tormenta Sandy provocó daños y el Estado de Nueva York decidió vender la propiedad, que será demolida y convertida en viviendas de lujo. La práctica totalidad de las cárceles en la ciudad pasan desapercibidas. Los ciudadanos que caminan ajetreados frente a esos edificios no se imaginan de su existencia. Pero ninguno puede presumir de una vista como la del centro penitenciario Lincoln.
