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Medio ambiente

¿Hacia una Palma más limpia?

EMAYA ha dado a conocer los resultados de la auditoría del servicio que presta actualmente. Un análisis completo que marca la hoja de ruta para los próximos años

El plan de refuerzo de limpieza en los barrios está vigente desde el mes de agosto.

"No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia", es la frase recurrente cuando se habla de limpieza. Si a ello se le suma la sensación, muchas veces subjetiva, magnificada o minimizada, de la suciedad, añadimos nuevas variables difíciles de calibrar: ¿un grafiti es suciedad?, ¿cuánta suciedad son las hojas de los árboles?, ¿un contenedor sucio?, ¿y otro roto? Por tanto, ¿es Palma una ciudad tan sucia como la población considera? "Si lo preguntamos a los vecinos y vecinas de cualquier barriada de Palma seguro que desgraciadamente la repuesta sería ´sí´, y nosotros después de escuchar sus razonamientos concluimos que ´sí, hoy Palma no es lo que podríamos considerar una ciudad limpia´", asegura Marga Durán, portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Palma.

Para disponer de un punto de partida, una foto fija de la situación actual, la dirección de EMAYA encargó el pasado mes de septiembre a Lavola, consultora especializada en la materia, la elaboración de una auditoria de los servicios de limpieza viaria, recogida y taller de la empresa municipal. Casi medio año después ya están disponibles los resultados de la auditoría. "La elaboración de la auditoría ha sido de gran importancia para tener un diagnóstico claro y actual de los servicio de limpieza, taller y recogida de residuos de EMAYA y será de gran utilidad para introducir mejoras en estos servicios de la empresa municipal", explica Neus Truyol, presidenta de la empresa pública. Los datos, análisis y conclusiones se encuentran disponibles a todos los interesados en www.emaya.es y se centran en cuatro grandes bloques: recogida de residuos, puntos verdes, limpieza viaria y taller.

Las conclusiones

Las memorias de actividad que anualmente publica EMAYA bastan para observar el estancamiento en el porcentaje de reciclaje de residuos generados por Ciutat, estabilizado en el 15% desde hace años. Es decir, de cada 100 kilos recogidos, 15 tienen con destino las plantas de reciclaje de envases ligeros, papel y cartón o vidrio, mientras que el resto, 85, termina en la planta de valorización energética de Son Reus. "Palma está muy lejos de los objetivos marcados por la legislación actual en materia de recogida selectiva de residuos siendo casi inexistente la recogida selectiva de materia orgánica", apunta una de las conclusiones de la auditoría. Un hecho que se ve agravado, según el documento, por la excesiva diversidad de tipos de contenedores y maquinaria de recogida. Todo ello se traduce en que el 62% de los recursos de recogida se destine a la recogida de fracción rechazo, aquel residuo que el ciudadano no ha depositado de forma selectiva. Y no es por falta de contenedores. Desde diferentes sistemas integrados de gestión, como Ecoembes o Ecovidrio se apunta que la contenederización de Palma (número de contenedores por habitante) es correcta, aunque siempre mejorable. A pesar de ello, existen muchos contenedores aislados que hacen que el ciudadano no pueda depositar diferentes residuos a la vez sin tener que ir a varios puntos, muy separados los unos de los otros.

Después de analizar la situación actual y para corregirla, las principales propuestas derivadas de la auditoría apuntan hacia la elaboración de un plan estratégico para la mejora de la recogida selectiva y la recogida de residuos en general así como elaborar un plan de inversiones. "Todo ello junto a unificar contenedores y mejorar su ubicación por islas de aportación; incrementar la limpieza de contenedores e implantar una recogida diferenciada para los residuos comerciales", desgranan desde la empresa pública.

Otro de los capítulos en el que se debe trabajar es el de los puntos verdes o deixalleries, aquellas áreas de aportación donde los ciudadanos pueden depositar diferentes residuos que no tienen cabida en los habituales de vidrio, envases o papel y cartón. Con solo dos puntos ubicados en la capital balear (Son Castelló y Sant Jordi), la primera conclusión que arroja la auditoría es más que obvia: la red es insuficiente. A lo que le sigue la cuantificación del uso que hacen los ciudadanos de Palma de estos dos puntos. "Es del orden de diez veces menor que los valores de referencia", apunta el documento. Es decir, pocos e infrautilizados. Una situación que a tenor de los datos debe revertirse. Y es que frente a la dificultad y coste de aumentar ostensiblemente el número de instalaciones fijas, la auditoría apunta hacia otra dirección. "Incrementar la red de puntos verdes con la mejora de los existentes y la instalación de puntos verdes móviles en toda la ciudad potenciando su uso mediante campañas de comunicación y mejora de la información in situ, bonificación a los usuarios y a las acciones de reutilización", concluye.

Limpieza viaria

Posiblemente es uno de los aspectos que genera más susceptibilidades entre la población de Ciutat. "Y es que mientras que la basura se la llevan cada noche, con la suciedad del suelo tienes que esperar a que la pasen a barrer, y de eso pueden pasar días, incluso semanas", se lamentan algunos vecinos de diferentes barrios de Palma. "En Palma no se limpian a fondo con agua las calles en todas las barriadas, a excepción de algunas de ella de la zona centro. Hace falta una planificación, periodicidad y constancia en los planes de limpieza tanto de las calles como de los contenedores en todas y cada una de las barriadas", apunta Marga Durán. Una situación de la que parece haber unanimidad. Y es que hacia ello apuntan las conclusiones de la auditoría: "La ratio de operarios por habitante es adecuada aunque la distribución en Palma es desigual con mayor concentración en el centro". Además, el número de papeleras en Palma es adecuado y el de sanecanes muy superior a los valores de referencia. Es decir, es difícil conseguir una ciudad más limpia si, a la vez que se incrementan las dotaciones de limpieza, no lo hace el civismo.

Con la finalidad de mejorar la situación actual, se pretende mantener el plan de refuerzo de limpieza en los barrios de Palma iniciado en la capital balear el 3 de agosto del año pasado. "El plan de refuerzo nace con el objetivo de cubrir todo el término municipal, priorizando las zonas donde el servicio de limpieza tiene más carencias", explicaron fuentes de la empresa pública el verano pasado. Todo ello junto a la contratación de 50 personas para cubrir las necesidades urgentes de personal de limpieza y recogida de residuos.

La auditoría busca optimizar los recursos y rutas. LLUÍS AMENGUAL

Para mejorar la calidad urbana, la auditoría también señala la necesidad de retirar con mayor asiduidad las hierbas, cubrir las bajas de los trabajadores, así como combinar los tratamientos mecánicos y manuales aportando agua, si puede ser regenerada, mejor.

Sin embargo, la auditoría y sus conclusiones no parecen satisfacer al principal partido de la oposición en Cort. "Desde el Partido Popular creemos que los resultados de la auditoria de servicios presentada por EMAYA no han sorprendido a nadie. De hecho, no aflora problemas que no estuvieran detectados ni propone soluciones novedosas que no estuvieran contempladas. No proporciona nuevas herramientas para mejorar la gestión", explica Marga Duran, portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Palma. Y es que según apunta la edil popular, "el diagnóstico presentado se basa en toda la información que ya tiene la empresa y a la que cualquier persona puede tener acceso revisando las memorias anuales que publica EMAYA. En cuanto al Plan de acción que acompaña a la auditoria podemos encontrarnos que la mayoría de objetivos a lograr son coincidentes con las conclusiones contempladas en las mencionadas memorias. Teniendo en cuenta que ha costado 54.329 €, nos parece que los resultados no se corresponden con el coste y que dicha auditoria no aporta valor", añade.

Dos años

"Las aportaciones de la auditoría serán clave para el salto cualitativo que pretendemos dar desde la nueva dirección de EMAYA para que en dos años los servicios de limpieza y recogida hayan mejorado de forma sustancial en nuestra ciudad", declara Neus Truyol. Y para conseguirlo la pieza clave es el plan de inversiones de EMAYA para los próximos tres años que prevé invertir un total de 16 millones de euros en recogida y limpieza. En él se incluye desde la inversión para el nuevo sistema de recogida de residuos del centro de la ciudad como el cambio de contenedores, camiones, maquinaria de limpieza, entre otros. Otro punto en el que coinciden el equipo de gobierno y el partido mayoritario de la oposición. Al menos parcialmente. "Sin duda alguna muchas de las inversiones son necesarias y recogidas tanto en la memoria de EMAYA como en diferentes estudios que manejan los técnicos de la empresa. Otra cuestión diferente es cómo y en cuánto tiempo se llevan a cabo las inversiones y cuáles deben ser las prioridades", analiza Marga Durán. Y es que según asegura la portavoz municipal, "desde 2014 hasta mayo de 2015 se destinaron unos 22,5 millones de euros a la mejora de las infraestructuras de Palma, a la renovación de su flota de vehículos y al impulso de un nuevo modelo energético basado en el ahorro y la apuesta por los biocombustibles. Todo ello sin poner en riesgo el equilibrio financiero de la empresa y sin endeudarse por encima de las posibilidades", añade.

Algunas de las recomendaciones de la auditoría ya se han empezado a aplicar en el funcionamiento cotidiano de la empresa. Por ejemplo, se ha iniciado el proyecto de ampliación y remodelación del Punto Verde de Son Castelló además de permitir la entrada a empresas para depositar nuevos residuos hasta la fecha vetados. O el proyecto de la nueva recogida de residuos en el centro de Palma que entrará en vigor a finales de 2016 y afectará a una población de 12.000 personas. Un nuevo sistema en el que se eliminarán los contenedores en superficie para pasar a contenedores móviles que estarán en el exterior solo durante unas horas al día. Y ya de cara al año que viene, en 2017, se ha previsto la implantación de recogida de materia orgánica en toda la ciudad así como el cambio de todos los contenedores de la capital balear. La recogida diferenciada de residuos comerciales en hoteles de la playa de Palma, en las arterias comerciales de la ciudad y en articular herramientas para premiar económicamente a aquellos ciudadanos que reciclen, se encuentran entre los otros proyectos en cartera.

Todo encaminado a intentar revertir la respuesta, casi unitaria a día de hoy, a la pregunta: ¿cree que Palma es una ciudad sucia?

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