Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Memorias de la cocina

Mermeladas y confituras, placer dulce y natural

Mermeladas y confituras, placer dulce y natural

La labor de conservar alimentos es muy anterior al frigorífico y el congelador. En el paleolítico se supo valorar la conservación de los productos de tiempos de abundancia para cuando llegaran los de escasez. Así empezaron las técnicas del frío (hielo y nieve), la deshidratación o el uso de la sal marina.

Los romanos fueron los primeros en intentar conservar la fruta, aunque no con azúcar, sino con flores y miel, técnica que llegó hasta los siglos XVII y XVIII. Tal como la conocemos hoy, la confitura se prepara desde hace poco más de dos siglos.

Sin duda, uno de los mayores placeres para una persona que se inicia en la cocina es la preparación de mermeladas y confituras, dulces, sanas y naturales, con el sabor y la textura deseados, sin aditivos y conociendo todos y cada uno de los ingredientes. Y todo ello, preparado sin prisas, sin el estrés que caracteriza nuestro tiempo.

Mermelada y confitura no son lo mismo, aunque con frecuencia parezcan sinónimas. No hay unanimidad a la hora de definirlos: unos dicen que las hace diferentes la cantidad de azúcar, otros la textura, la trituración o su tamización. Lo importante es que salga a nuestro gusto, utilizando fruta sana, barata y en su punto de maduración, limpia y, cuando podamos, silvestre.

El azúcar es fundamental para su conservación y por este motivo se recomienda no bajar de los 700g por kilo de fruta.

Compartir el artículo

stats