O mucho me equivoco o al petardo de Rajoy están a punto de hacerle un traje mucho más bonito que los que le regalaban a su amigo, el honestísimo Camps. Lo más gracioso es que Pablo Iglesias está a punto de personalizar la condición de pipiolo, ya que la jugada „la del traje a Rajoy„ también se la están colando a él. Como es imposible que yo sea el primero que se ha dado cuenta, supongo que ambos sabrán poner remedio. La jugada de Sánchez „¿quién lo iba a decir?„ y de Rivera „¿quién lo iba a pensar?„ es maestra: ellos pactan, intentan formar gobierno; los otros dos se niegan. ¿Resultado? nuevas elecciones con las expectativas de los dos resultones al alza, vendida la imagen de que son los únicos capaces de pactar; Iglesias y Rajoy con cara de muestra.
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