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Medio Ambiente

Mirando al cielo (I)

Después de un verano de temperaturas extremas, le sigue un invierno muy seco y sin lluvias. El Govern empieza a actuar pero con retraso

Las masas de aguas subterráneas han sido sobreexplotadas.

Un paseo por la Mallorca rural da buena cuenta de lo que para la gente de la ciudad pasa desapercibido. Las escasas precipitaciones en los meses de noviembre y diciembre del año pasado, claves para el crecimiento de los pasos, han provocado una baja producción de forrajes destinados a la alimentación animal y han puesto en peligro la viabilidad de las explotaciones ramaderas en extensivo. Las consecuencias en los cultivos son la disminución de la producción vegetal por germinación deficiente de las semillas y la aparición de plagas y enfermedades. Eso sin contar el estrés hídrico al que empiezan a estar sometidos los árboles frutales y los bosques, en un verano que puede ser histórico en cuanto a los incendios.

En las islas, más de la mitad de los recursos hídricos anuales se dedican al suministro urbano (131 hectómetros cúbicos), seguidos a distancia por el regadío (66). Por eso, es clave actuar no solo sobre el consumo agrícola, sino en el de las ciudades. Sin embargo, es difícil hacer llegar el mensaje de ahorro de agua a la mayoría de la población urbanita que ha crecido sin problemas de suministro de agua. ¿Cómo interiorizar que el ahorro es el camino a seguir si no hay la sensación de escasez?

La situación actual

La situación que vive Balears no es nueva. En el clima mediterráneo, los periodos de sequía son recurrentes más después de haber vivido unos años especialmente buenos en cuanto a registros pluviométricos se refiere. Sin embargo, en estos años de bonanza hídrica, no se han invertido suficientes recursos para estar preparados para periodos de sequía. Y ahora toca correr e improvisar.

¿Cuáles son las principales presiones sobre los recursos hídricos? "Un clima adverso relacionado con el cambio climático; un incremento de la población flotante y estable y el estado de las instalaciones de las plantas desalinizadoras y pérdidas de los sistemas de suministro", asegura Vicenç Vidal, conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.

Por ello, desde el Govern, administración que tiene las competencias en recursos hídricos de las islas, se ha puesto en marcha. "El plan de sequía que se redactará, y que el Plan Hidrológico aprobado la pasada legislatura obvió, es una herramienta esencial para afrontar situaciones como la actual", explica Vicenç Vidal. Esta y otras iniciativas se tomaron en la celebración del último Consell Balear de l´Aigua. Así, el Govern quiere llevar a cabo diferentes medidas para anticiparse a las consecuencias derivadas de la sequía que se prevé que se endurecerá los próximos meses, más con la temporada turística a la vuelta de la esquina. Por ello, se van a poner en macha de forma inmediata las plantas desalinizadoras paradas hasta la fecha. "En la de Palma se incrementarán las líneas de producción, la de Andratx se conectará a través de las redes municipales y la de Alcúdia se la dotará de más potencia. En cambio, en la de Santa Eulàlia (Eivissa) se llevarán a cabo acciones para conectarla", añade Vidal. Todas estas actuaciones se complementarán con una campaña de concienciación ciudadana con un presupuesto de 75.000 euros para "avisar que no tenemos agua, que es un recurso escaso que hay que cuidar".

Parte de la solución a los problemas de la sequía y de la salinización de los acuíferos pasa por la utilización preferente de recursos no convencionales, como las aguas pluviales, aguas depuradas y las desaladas. "En el último consejo de administración de la Agencia Balear del Agua y Calidad Ambiental (ABAQUA) se han aprobado mejoras en las conducciones de sa Costera por valor de 120.000 euros, incluidas en el proyecto de actualización de las instalaciones de s´Estremera y el Port de Sóller", explica Vidal. Para paliar los efectos de la sequía, el Govern ha puesto a disposición de los agricultores y ramaderos una partida de 1,5 millones de euros en ayudas para atender el incremento de los gastos derivados de la alimentación de la cabaña ramadera en extensivo. Esta medida se suma a las líneas de financiación de entre seis y ocho millones de euros que el ISBA, entidad financiera sin ánimo de lucro dependiente del Govern, pone a disposición del Fons de Garantia Agrària i Pesquera (FOGAIBA).

Pluviometría

Echando mano de los registros, los números hablan por sí solos. En Mallorca, el último trimestre de 2015 llovió un 71 % menos respecto a la media pluviométrica de los últimos 30 años. Tres meses donde la estación meteorológica del aeropuerto de Palma, por ejemplo, solo ha registrado 10 litros por metro cuadrado cuando la media es de 75. Además, el estado de los recursos hídricos durante el pasado mes de diciembre fue de 11 puntos menos si lo comparamos con la media de los últimos 10 años, cuando se situó en el 64 %.

En Menorca, el último trimestre de 2015 llovió la mitad que los últimos 30 años. A pesar de ello, el estado de los recursos es más bueno que en el resto de islas y presentaba una diferencia positiva de nueve puntos respecto de la media de los últimos 10 años, situándose actualmente en el 69 %.

Eivissa, en cambio, está en sequía hidrológica, "por lo que próximamente se aprobará un decreto de sequía que está preparando el Govern", aseguran desde la Conselleria. Y es que en el último trimestre de 2015 llovió un 12 % menos respecto a la media de los últimos 30 años y el estado de los recursos hídricos en el último mes del año fue cuatro puntos inferior respecto a los últimos diez situándose actualmente en el 57 %. Entre otros aspectos, el decreto que está preparando el Govern prohibirá nuevas extracciones en masas de agua en mal estado, excepto para consumo humano, geotermia o para extinción de incendios; prohibirá las nuevas extracciones en general, con las excepciones anteriores más aquellas explotaciones gestionadas por jóvenes agricultores; reducirá temporalmente los volúmenes autorizados del 15% en todos los usos y el 10% de agrícola; además, apostará por la distribución en camiones de agua desalada entre los meses de octubre y mayo y realizará auditorías municipales del agua y plan de actuaciones para pérdidas superiores al 20%.

En el caso de la pitiusa menor, Formentera, la situación es crónica y el suministro del agua se hace mediante agua desalada.

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