En el país de la mediocridad empieza uno a plantearse hasta dónde llega la antedicha condición. La evidentísima mediocridad de los sucesivos gobiernos autonómicos nos ha llevado a plantear la de los sucesivos gobiernos nacionales€ y más: Flaquer, Camps, Thomás, Morro€ son algunos de los gráficos referentes con que nuestra mediocridad autóctona nos ha regalado; inútiles sin discusión. Subimos un escalón y nos topamos con Corcuera, Zapatero, Rajoy, Zaplana, Wert, Acebes, Báñez (la lista es sobrecogedoramente larga), y apreciamos que nuestro aguante es monumental.
Conclusión: ¿Qué nos hace pensar que Merkel, Obama, Cameron, y todos sus adláteres son más fiables? Habría que bajarse del planeta, pero no se puede.
