-¿Qué tal, don Alfonso?
-Pues aún estoy bien, aunque he estado mucho mejor.
-Parece que le están investigando un poco...
-A mí solo no. Que hay veintitrés más, ¿eh?
-Contrataciones amañadas dicen...
-Dicen, dicen. No hay que creer todo lo que se dice...
-...ni todo lo que se escucha...
-¡Exacto! ¡Muy bien! Ni todo lo que se escucha...
-Sobre todo si lo que se escucha es la voz de usted contando billetes...
-Aquella voz no era la mía. Al menos, había dejado de serlo. Mi voz es única en el espacio y en el tiempo...
-O sea, que no era su voz...
-Mi voz deja de ser mía cuando se reproduce en otro espacio temporal. Se convierte en un trasunto digital, nada que ver con mis cuerdas vocales.
-Entonces...
-...entonces mi voz es como los rayos del sol. Son efímeros. Los puedes fotografiar, pero lo que sale en la foto no es el sol.
-Resumiendo, que no es su voz...
-Exacto.
-Recurre usted a una argumentación muy metafísica...
-Para que luego digan que soy un inculto porque digo que yo no hablo catalán...
-Pero lo habla...
-...en absoluto. Yo hablo valenciano.
-Claro, y en Sevilla hablan sevillano...
-...si así lo decide el pueblo sevillano...
-Veinticuatro investigados hacen pensar que eran ustedes una banda pensada para trincar...
-¿Pensar? Aquí no pensaba nadie.
-¿Trincaban o no?
-Mis asesores de la Diputación nunca me dijeron que yo estuviera haciendo nada malo...
-Hombre, es que sus asesores le debían a usted el chollo de ser asesores...
-Pero yo les pagaba...
-Hombre, les pagaba la Diputación, no usted...
-Si empezamos con tecnicismos...
-¿Y cómo era eso de que los ciudadanos de Xàtiva eran unos burros por votarle a usted?
-Bueno, el tiempo ha acabado dándome la razón.
-La Guardia Civil registrando el grupo del PP en el Ayuntamiento de Valencia...
-Sí. No sé dónde vamos a llegar...
-Pues como se líen un poco las cosas, al trullo.
-No diga esas cosas. No estoy acostumbrado...
-¡Bah! Rita Barberá le defenderá...
-Me da la sensación de que, quizá, puede ser „digo„ que Rita no tenga mucho tiempo para defenderme a mí.