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Medio ambiente

¿Quo vadis residuo? (I)

Un informe elaborado por el Senado muestra una foto fija del reciclaje en España e indica dónde existe margen de mejora

Los flujos paralelos merman el reciclaje.

A poco de terminar la legislatura, el Senado aprobó un informe que llevaba por título Ponencia de estudio para la evaluación de diversos aspectos en materia de residuos y el análisis de los objetivos cumplidos y de la estrategia a seguir en el marco de la Unión Europea. Este documento fue el resultado de la creación, en noviembre de 2014, de una ponencia de estudio en la materia. En el seno de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de la institución, tenía como objetivo evaluar "en materia de residuos, los aspectos de la prevención, recogida, reciclaje, valorización y eliminación, así como nuestra situación como Estado de cara al cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea y que analizara la estrategia a seguir para avanzar en las líneas que marca la UE". Para ello, la ponencia celebró un total de diez reuniones en la que se contó con la presencia y explicaciones de profesionales, casi 40, del campo de los residuos, ayuntamientos, asociaciones, gobiernos regionales, empresas, ministerios, entre otros.

Margen para la mejora

Uno de los aspectos más interesantes de la ponencia reside en el margen para la mejora de los actuales resultados de reciclaje en nuestro país. Para ello y clasificado por tipología de residuos, la ponencia analizó cada uno de ellos. Una hoja de ruta que debería marcar la política del reciclaje de los próximos años.

Metales

"Los metales se pueden recuperar magnéticamente. El acero es el material más fácil de separar de todos los residuos ya que con un imán es suficiente. El aluminio, que también tiene propiedades magnéticas, tiene también una tecnología de separación", asegura Miguel Aballe, director de la Asociación de Latas de Bebidas. Este sistema permitiría recuperar la totalidad de los metales que los ciudadanos depositan en el contenedor de rechazo y no en el amarillo, recuperando el 100 % de envases ligeros como latas de bebida o conserva. En Mallorca y a día de hoy, estos residuos no separados en el contenedor de reciclaje terminan en la planta de valorización energética de Son Reus. Cabe destacar que al final del proceso de incineración se separan los metales para su reciclado posterior en planta de fundición. Sin embargo, la calidad del metal queda mermada al estar mezclada con otros residuos como cenizas y escorias.

Papel

A día de hoy, el margen de mejora de la recogida de papel y cartón se centra en domicilios y pequeño comercio ya que a nivel empresarial, con mayores volúmenes de generación de papel y cartón, las mejoras son mínimas. Incentivadas por el valor positivo de esta materia prima, los grandes productores se encargan de separar el papel y cartón para venderlo a los gestores de residuos. "Cada año se recogen en España aproximadamente 4,3 millones de toneladas de papel y cartón y se reciclan 5,1 millones de toneladas. Es necesario importar porque nuestro país es deficitario", asegura Leopoldo Santorromán, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Envases y Embalajes de Cartón Ondulado (AFCO). Y es que España "es el sexto país europeo productor de papel y cartón y quinto de celulosa", recuerda David Barrio, director de reciclado de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL). Pese a no ser un problema destacable en Mallorca, en otros puntos de España, especialmente en grandes ciudades, se ha empezado a detectar un incremento del cartón robado de los contenedores municipales para ser vendido a recicladores.

Plástico

De diferentes tipologías, composiciones y calidades, los plásticos están por todas partes. Y tarde o temprano se acabarán convirtiendo en residuo. En líneas generales, existen cuatro grandes flujos de residuos plásticos: envases domésticos, envases comerciales e industriales, plásticos domésticos no envases y plásticos de agricultura como los procedentes de invernaderos. "El índice de reciclado en España es del 28 %, dos puntos porcentuales por encima de la media europea y ocupamos la posición quinta en el ranking de los países que más reciclan de Europa", explica Teresa Martínez, directora general de Cicloplast. A pesar de ello, cada año terminan en los vertederos más de 800.000 toneladas de materia prima que podrían ser recicladas. "Este material ofrece buenos resultados en el ámbito de los envases, tanto de gestión pública como privada. Mucho más desconocidos son los resultados dentro de los no-envases. No se debe perder de vista que cerca de 300.000 toneladas son exportadas anualmente, principalmente a China, y que, si se pudiera certificar su reciclado, mejoraría notablemente sus resultados", añade Martínez. Podemos reciclar más y el objetivo es cero residuos plásticos implantando las medidas siguientes: aplicar instrumentos fiscales penalizando el vertido de plástico en vertedero, compras públicas verdes, apoyo a la investigación, impulsar nuevos mercados, intentar cambiar la definición europea de reciclado para incorporar también el reciclado químico y fomentar acuerdos conjuntos, como fue el caso de la eliminación de las bolsas de un solo uso.

Vidrio

Balears es la Comunidad Autónoma que más vidrio recicla de toda España. A pesar de ello, el margen de mejora sigue siendo importante, tanto a nivel ciudadano como en grandes productores como hoteles y restaurantes. La mejora se centra en el incremento de la recogida separada. Con datos de 2012, el 68,9 % del vidrio generado se recoge separadamente y se recicla, "cifra que está por encima del 60 % que establece la normativa", recuerda José Manuel Núñez-Lagos, director general de Ecovidrio. Con respecto a los vecinos europeos, España se encuentra en el medio de la tabla. En línea con países como Francia o Italia, estamos por encima de países como Portugal o Reino Unido. Las elevadas tasas de reciclaje de países como Bélgica o Alemania, con el mismo modelo de gestión que nuestro país, hace pensar que en un futuro próximo y con las herramientas adecuadas, el porcentaje de reciclado irá incrementándose.

Textiles

Uno de los principales problemas relacionados con este tipo de residuos es la inexistencia de datos contrastados de su generación. Y con ello es difícil saber cómo actuar para mejorar los ratios de reciclado. "Para muchos ciudadanos la ropa usada no se identifica como un residuo y por eso una buena parte de la que se dona directamente, como en parroquias, no tienen ninguna contabilidad", explica Carlos Martínez Orgado, presidente de honor de la Fundación para la Economía Circular. Solo se conocen, por tanto, aquellas que gestionan empresas de economía social tipo Cáritas, Humana, etc. o gestores especializados en residuos textiles. "Probablemente no se contabilicen más de la mitad de los materiales recuperados, reciclados o reparados", añade.

Residuos orgánicos

Supone el 50 % de la generación diaria de residuos domésticos en nuestro país y es la gran asignatura pendiente del reciclado. Salvo contadas excepciones donde se realiza recogida puerta a puerta, la gran mayoría de la población de Mallorca no tiene un contenedor específico para el reciclado de estos residuos. En este caso, está todo por hacer: desde la concienciación ciudadana sobre qué se puede depositar y qué no en un nuevo contenedor, a dar salida comercial al compost generado.

Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

Conocidos en la jerga del sector como RAEE, se compone por televisores, ordenadores, electrodomésticos, lavadoras y demás residuos que deben ser gestionados correctamente al portar, en la mayoría de casos, diferentes tipos de componentes peligrosos o de gran valor en el mercado. Es, con gran diferencia el sector que más crece. "Según un estudio de 2012, cada ciudadano generaba 14 kilos de RAEE y se prevé que esta cantidad se duplique en 2017", explica José Pérez García, consejero delegado de Recyclia y presidente de la Fundación Ecopilas. Una generación de residuos exponencial, al igual que exponencial es el descontrol que hay en su correcta gestión. "Se debe distinguir entre flujos con valor y sin valor", añade Pérez. Es decir, aquellos residuos que su reciclado cuesta dinero o del que se puede obtener un beneficio y que acaba mostrando imágenes habituales de, por ejemplo, frigoríficos y congeladores canibalizados, sin motor, abandonados a su suerte en los polígonos de Son Castelló o Can Valero, ambos en Palma. A ello se el suma la existencia de flujos paralelos, la ausencia de mecanismos de inspección y control, la falta de coordinación de los ya existentes así como los robos que se producen en los puntos verdes de Mallorca.

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