Bien repletos los partidos
de chorizos aprendices,
que de ellos, cuando crecen,
estás hasta las narices.
Felipe fue una promesa,
como también lo fue Aznar,
y también la Sustituta
de Maria Antònia Munar;
que quizás, con su glamour
tan paleto y tan cansino
ha indicado a los demás
el fatídico camino;
ella, que les repartía
tantos abrazos y besos,
altanera les ha dicho:
cuidado, no acabéis presos.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!