Algunas bodegas mallorquinas empiezan a ofrecer vinos de guarda, con largo futuro. Vinos que requieren una condiciones de reposo y ambiente muy específico, si no se quiere malograrlo. Tampoco se recomienda que algunos de estos vinos, que no son baratos, se dejen envejer demasiado, aunque hay excepciones. Uno de estos vinos nuestros, a los que se ugura largo recorrido en el tiempo, si reposan en condiciones, es el tinto Pecat 2012, segunda entrega y única referencia enológica, por ahora, de la bodega Son Simó Vell (Alcúdia). Se consiguió con las variedades galas Merlot, Cabernet Sauvignón y Syrah, las dos últimas de buena resistencia al paso de Cronos. Su crianza fue de 18 meses en barricas nuevas de roble francés. En su tonalidad de fruta negra madura no faltan ribetes violáceos. Suelta aromas a fruta madura y notas de campo. Resaltan unos taninos afinados, con recuerdos especiados y consistente final.
Es vino de silla de vacuno al espadón, caza mayor o conejo con langosta. Acercarle queso menorquín de vaca, a medio curar.
