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La casa/ Arquitectura

Espacio, luz, orden y felicidad

Un hotel nacido tras una demolición parcial y que se articula en un edificio de nueva planta, a partir de dos ejes que ordenan y clarifican las circulaciones

"Espacio, luz, orden?." Calificaba Le Corbusier como elementos vitales para el hombre. Y son estos tres elementos los que impregnan este proyecto realizado por el estudio de arquitectura Palmer Blanch. Mateo Palmer y Laura Blanch son los arquitectos autores de este proyecto con la colaboración de la interiorista Blanca Rosselló.

Con más de 10 años de recorrido profesional, han realizado todo tipo de obras y en especial las dedicadas a la reforma hotelera a nivel nacional e internacional así que estamos hablando de auténticos especialistas en bienestar humano. Destaca la identidad propia con la que han dotado todas sus obras, fruto de la creación y trabajo en equipo que ellos describen en tres fases muy concretas; creación, planificación y ejecución. Ninguna de ellas es más importante que la otra, sino que son complementarias. Totas ellas tienen el mismo valor a la hora de realizar un proyecto, son igual de importantes y necesarias para ejecutar una obra en los breves plazos que se disponen para reformar un hotel de temporada.

Después de los primeros croquis, el proyecto va cogiendo forma, se va ordenando. Lo que se refleja en un elaborado proyecto de planos muy detallados. La última fase es la dedicación total en la obra. Hay que resolver muchos detalles arquitectónicos que surgen. Saber rectificar, improvisar y hasta vivir allí, si es necesario. Hasta el último detalle decorativo es importante, principalmente en un hotel que va encaminado a exaltar los sentidos que proporcionan el disfrute.

El gran problema que se encontraron en este hotel fue el caos de circulaciones y organización de los espacios, generados por el crecimiento desordenado del edificio.

La solución que se decidió fue drástica. Gracias a la valentía de la propiedad, la empresa BQ, se optó por la demolición de una gran parte del edificio. En el espacio generado por esta demolición se articula un edificio de nueva planta, a partir de dos ejes que ordenan y clarifican las circulaciones. El eje principal es un eje paralelo a la calle de acceso que nace desde la entrada al hotel, situado en la parte Norte del edificio, acompañando al cliente hacia una gran apertura de luz natural, que se encuentra justo en la convergencia con el eje transversal. De este modo, a partir de estos ejes se generan los distintos espacios que componen las zonas nobles del hotel.

La entrada a través de un patio que hace las veces de comedor exterior, hace que la sensación de frescor y amplitud se magnifique a pesar de la escasa altura de esa planta. Las zonas de biblioteca, la recepción, gimnasio y piscina cubierta son las diferentes áreas que cuelgan de ese eje principal. Estas zonas están totalmente abiertas al exterior. La luminosidad de estos espacios hace de ellos lugares confortables, relajantes, con un toque de hogar, lugares donde la gran meta sea el dolce far niente.

El eje transversal es el que guía al cliente desde la recepción hasta el núcleo de comunicación vertical. Este eje transcurre tangencialmente al bar situado en la planta inferior, lo que debido a la doble altura de este espacio hace que este eje se transforme en un mirador sobre el bar. Un bar que está totalmente abierto a la zona de piscina mediante una gran fachada de cristal. Así se incrementa la sensación de amplitud y la interconexión interior-exterior, aumentada incluso con la incorporación de dos grandes palmeras en el interior del bar.

Este orden en la circulación se transmite por igual a todas la plantas del nuevo edificio, organizando todos los espacios desde las zonas comunes hasta las habitaciones. Las nuevas habitaciones han sido una gran apuesta por la modernidad conceptual, trabajando con un formato singular de baño totalmente abierto incorporado a la habitación. El frescor del espacio está íntegramente unido a la calidez ambiental de la habitación. En la cubierta del edificio se ha situado una tercera piscina integrada en una zona de relax con unas fantásticas vistas al mar, de las que nunca antes el hotel había podido disfrutar.

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