Diario de Mallorca

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Desde EE UU

Un mallorquín en Nueva York (Parte III)

Entrada del edificio Dakota donde fue asesinado John Lennon.

Como les iba diciendo. Un guardia de seguridad del centro comercial Century 21 me retuvo en la entrada a los baños. Así, mirándome con la misma empatía que Donald Trump tiene con los latinos, me mantuvo veinte minutos hasta que accedió a llevarme a la cafetería para que le mostrara el ticket de compra. Se lo mostré en la cara y se me escapó un "toma" a lo Fernando Alonso, pese a lo cual se disculpó muy formalmente y me invitó, ahora sí, a ir al lavabo si lo requería. Pues ahora no quiero, espeté. Ignorándolo, me senté en la mesa y seguí tomando mi café con leche. Bastante frío ya.

Tras este desventurado encuentro con la seguridad del Century 21, cuyo equipo comercial continúa llenándome el email de spam, menguó la lluvia y decidimos relajarnos con una vuelta por el conocido Central Park. De camino al parque se puede decir que pasamos por Italia y por China ya que los barrios a los que dan nombre mantienen absolutamente la esencia de sus culturas. En el barrio chino los tenderos venden sin reparos los mismos extraños "alimentos" que solía comer en China. Bueno, que probé alguna vez allí. Hablo de ranas, insectos y demás deliciosas viandas. Por contra y pese a mantener toda la gracia que les caracteriza, la zona de pequeña Italia no hace honor a su exquisita tradición culinaria y apuesta más por los restaurantes de comida congelada, mala y rápida. Pero vale la pena pasear por ahí e imaginarse Robert de Niro yendo de tejado en tejado mientras persigue con la mirada a Don Fanucci. Los que hayáis visto el Padrino lo entenderéis, y los que no, por favor pasad de página.

En la parte oeste de Central Park está el edificio Dakota. Allí, hace hoy 35 años disparaban a quemarropa a John Lennon, como diría horas después el comentarista aquel de fútbol americano "el más famoso, quizá, de The Beatles". Por simple curiosidad decidí preguntar a los guardias del edificio cuánta gente les preguntaba cada día si era ahí el lugar del ataque. Cientos, me respondieron. ¿No es abrumador saber que aún hoy en día siga influyendo tanto el exbeatle? De hecho, paseando después por la zona, pude comprobar como los negocios de alrededor siguen aún teniendo carteles y fotos en los escaparates. Es, sencillamente, emocionante como la gente continúa aún rindiéndole homenaje. Este es el mío.

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