Los profesores que imparten las materias científicas en el Bachillerato estiman que la LOMCE está propiciando una disminución, que consideran inaceptable, de las horas lectivas de las asignaturas de ciencias; opinan que los alumnos llega a la universidad sin disponer de los conocimientos imprescindibles para poder cursar adecuadamente sus carreras. Juan Frau, presidente de la Asociación de Químicos de Balears y catedrático de Química-Física de la UIB; Miquel Palou, catedrático de Física y Química en el instituto de Son Rullán, y Agustí Vergés, presidente de la comisión de educación de la citada asociación y también profesor de Física y Química en el instituto Joan Alcover, hacen una cerrada defensa de la necesidad y urgencia de revisar los planes de estudio para impedir que determinadas asignaturas, fundamentales en el bachillerato de ciencias, pierdan horas lectivas, necesarias para que los alumnos obtengan un conocimiento cabal de las materias que posibilitarán que su posterior acceso a la universidad se lleve a cabo sin que se adolezca de carencias que acaban por pasar factura.
Precisan que de ningún modo quieren entrar en polémicas con sus compañeros que imparten humanidades, pero aclaran que la obligatoriedad de cursar filosofía, se hace, en los institutos de Balears, a costa de las ciencias, que ven disminuidas sushoras lectivas. "Queremos que quien curse el bachillerato de ciencias -afirman al unísono- se encuentre con que las asignaturas propias de este bachillerato tengan las horas lectivas adecuadas". Añaden que el hecho de que se imparta la asignatura de lengua catalana resta horas a las asignaturas de ciencias, cosa que no sucede en Galicia y Cataluña, comunidades también con idioma propio, que tienen una hora más en secundaria y tres en primaria. También afirman lamentar "profundamente" que desaparezcan asignaturas optativas propias de la Comunidad Autónoma, cercenadas con la introducción de la LOMCE, citando, entre otras, la historia y cultura de Balears, ampliación de matemáticas, sociología y técnicas experimentales de laboratorio. Con todo ello, la carga de 120 horas lectivas por curso desaparece debido a la reordenación horaria que se ha llevado a cabo, lo que ha conducido a que asignaturas optativas, como las citadas historia y cultura de Balears y ampliación de matemáticas, hayan sido excluidas del temario.
Desproporción
Los profesores dicen que "lo que lamentamos es que una vez más en el bachillerato de ciencias la carga de asignaturas propias solo llegue al 54 por ciento, mientras que en el bachillerato de humanidades las asignaturas propias alcanza un porcentaje del 78 por ciento". La disminución de la carga docente en materias científicas y los extensos curriculos no actualizados origina, opinan, que los alumnos, al acceder a la universidad, no dispongan de las competencias necesarias, porque no han podido ser asumidas en el bachillerato. "No tienen el bagaje necesario para afrontar los estudios universitarios". Hacen, además, una precisión que consideran importante: "en las titulaciones científicas el primer curso en la universidasd es básico para poder cursar adecuadamente la carrera".
Las asignaturas para las que demandan mayor presencia son las clásicas: física, química, matemáticas y biología. De la situación que se ha creado deducen que "la cultura científica de los estudiantes, tanto los de ciencias como los de humanidades, se está resintiendo notablemente, lo que origina una disminución del interés por la ciencia en una sociedad cada vez más científica y tecnológica". Enfatizan que en Balears se requiere "no vivir únicamente del sector turístico, sino que se han de crear las condiciones para que se pueda llegar a una deseable diversificación, y para ello las asignaturas de ciencias son absolutamente imprescindibles".
Al preguntarles qué reclamaciones concretas hacen, responden que "lo que pedimos es que quien estudia ciencias, en un bachillerato específico, y también quienes no lo hacen, dispongan de una cultura científica, que es la que se ha perdido". Consideran inaceptable que se haya suprimido , en primero de bachillerato, la asignatura de ciencias para el mundo contemporáneo, fundamental para conocer los avances tecnológicos y la realidad del mundo de hoy. "La LOMCE -sentencian- supone una regresión total".
¿Vuelta atrás?
¿Es necesario retornar a los antiguos bachilleratos de ciencias y letras, con los primeros cuatro cursos comunes, para resolver la situación? A la pregunta responde Agustí Vergés diciendo que "necesitamos un tercer año específico, que sea preparatorio para entrar adecuadamente en la universidad", mientras que Juan Frau manifiesta que "sí que retornaría a un bachillerato con menos diversificación y a una edad de decisión superior a la actual", al tiempo que Miquel Palou precisa que "me gustaría un bachillerato con un año más, pero sin más asignaturas, y que en el último curso, el de acceso a la universidad, se impartieran matemáticas, física, química, biología y, sobre todo, inglés".
Sucede, según Juan Frau, que la madurez de los estudiantes al acceder a la universidad no es la misma que la que poseían los estudiantes de tres o cuatro décadas atrás, lo que se traduce en un mayor fracaso escolar, "que es lo que hay que tratar de evitar con todos los medios de los que podamos disponer", señala. También destaca la necesidad de revivir iniciativas como la de la "feria de la ciencia", con el objetivo de que los estudiantes no pierdan el interés por las materias que cursan. "Tenemos que darle la vuelta a la situación actual", enfatizan los tres profesores.
Lo chocante es que el interés por la divulgación científica parece aumentar entre el público. Miquel Palou lo corrobora, afirmando que los documentales que se emiten por televisión son enormemente atractivos, entre otras razones porque disponen de muchos medios de los que lamentablemente se carece en las aulas. Para Juan Frau es evidente que la "experimentación engancha", añadiendo que "se ha hecho muy evidente que la LOMCE ha agravado los problemas existentes, es una ley fallida, que se ha implimentado sin consenso, como san Ramón Nonato".
Palou se pregunta si hay algún país en nuestor entorno geográfico con tantos cambios en el modelo educativo como los que se han llevado a cabo en España y con un fracaso escolar galopante. Añade que Juan Carlos Tedesco, que fue durante muchos años asesor de la UNESCO en cuestiones educativas, comentaba que desde que una reforma educativa se ponen en marcha hasta que pasa a ser evaluable han de transcurrir un mínimo de quince años, lo que le lleva a lamentar profundamente que en los 35 años de democracia nuestro sistema educativo ha pasado, de una forma u otra, por la LGE, LOGSE, LODE, Reforma de las Humanidades, LOCE, LOE y ahora la LOMCE, añadiendo que en Finlandia los políticos entendieron treinta años atrás la necesidad de dotar a la educación de la necesaria estabilidad legislativa, al tiempo que los cambios siempre son consensuados.
Sin polémicas
Los profesores reiteran que no es su intención entrar en polémica con los profesores que imparten las asignaturas de humanides e insisten en que de lo que se trata es de dar a las asignaturas de ciencias un trato igualitario. Dicen que lo que no puede ser es la apuntada desproporción existente entre las horas lectivas de las asignaturas de humanidades en su específico bachellerato y las que se le conceden a las científicas en el suyo. "Queremos -reiteran- que quien se decante por el bachillerato de ciencias estudie las asignaturas de ciencias en el nivel adecuado, que éste no se vea drásticamente reducido por la carencia de las necesarias horas lectivas.
Sobre la ausencia de conocimientos adecuados por parte de los alumnos para acceder a la universidad insisten en que la carencia del necesario bagaje académico es un problema importante, porque, lo enfatizan otra vez, el primer curso en las carreras científicas es básico para poder obtener la titulación correspondiente. De ahí que soliciten que no disminuyen las horas lectivas, sino que se incrementen a fin de poder impartir las asignaturas en las condiciones que se requieren para que el alumno llegue a la universidad suficientemente preparado.
Sobre la carencia de cultura científica señalan, además de lo expuesto, que es compartida tanto por los estudiantes de ciencias como por los que cursan humanidades. Ese desconocimiento genera un progresivo desinterés por las materias científicas, por la ciencia en general, lo que conduce a una pérdida notable de oportunidades en unas sociedades cada vez más científicas y con un altísimo componente tecnológico. "Nos hemos de percatar -dicen- de que en el mundo actual los conocimientos científicos y tecnológicos son imprescindibles, sin ellos será cada vez más difícil acceder en condiciones al mercado del trabajo".
Juan Frau, Miquel Palou y Agustí Vergés resaltan resaltan el trabajo realizado por Josep Forteza, profesor de Física y Química en el instituto de Andratx, quien ha llevado a cabo una completa evaluación del desfase existente entre las asignaturas de ciencias y las de humanidades. Dicen de su compañero que a él se debe que se pueda poner sobre la mesa con datos objetivos la discriminación que se está padeciendo en la actualidad.
Miquel Palou insistiendo en los efectos nocivos que está generando la LOMCE afirma que desde el Govern se han llevado a cabo, dentro del margen de sus competencias, algunas modulaciones, con lo que se han corregido algunas de las deficiencias que contenía el decreto de adaptación a la Ley que hizo el Ejecutivo de José Ramón Bauzá. Pero todavía subsisten problemas que han de ser solventados, y ahí es donde se podría entrar en una no deseada colisión con los profesores que imparten humanidades. ¿Cómo solventarlo? De momento no hay respuesta, pero lo que sí quieren los profesores de ciencias es que sus asignaturas estén equiparadas, en el bachillerato en el que se cursan materias propias del mismo, con los porcentajes de horas lectivas que tienen las asignaturas de humanidades en su bachillerato. Es una reivindicación que plantean sin querer "molestar ni ofender absolutamente a nadie", afirman.
"De lo que se trata -concluyen- es que no exista la actual descompensación, por lo que pedimos que se busque una fórmula satisfactoria para todos".
Parece poco probable que mientras esté en vigor la LOMCE puedan atenderse las demandas de todas las partes, ya que la ley no da el margen de maniobra necesario vern balear no dispone de las competencias necesarias para acometer una reforma en profundidad de los postulados de la LOMCE. Habrá que aguardar al resultado de las elecciones generales del 20 de diciembre para saber si es factible corregir la situación.
