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La cata

Son Claret Sirá 2012, tinto con crianza en donde la morfología de esta variedad gala manda

Los platos de caza le van bien, tanto mayor como de pluma y rabo de vacuno. Frecerle un queso de cabra mallorquina, casi maduro.

La variedad Syrah, rebautizada en Australia como Shiraz, es una uva tinta muy de la zona del Ródano que entró en la península, a principios de los 80 del siglo XX, asentándose principalmente en Alicante y en la zona de Toledo, para luego extenderse por otros puntos, llegando a Mallorca entrado el 2000. Su presencia en en todo el mundo vinícola aumenta constantemente. Una de las bodegas de la isla que apostó desde sus inicios por la Syrah fue Butxet, ubicada en el municipio de Muro. Su Son Claret Sirà 2012 cumple con buena parte de la morfología que se atribuye a esta variedad adoptada por los franceses, pero cuyo origen es persa. Conseguida su vinificación pasó un año en barricas de roble norteamericano. Un rojo frambuesa domina ya en su tonalidad. Entre sus aromas más característicos se encuentran recuerdos a frutas silvestres y violetas, sin faltarle ese toque ahumado típico de la Syrah. Su estancia en boca es amplio, con notas a mermeladas.

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