Dice Forbes que Gabriel Escarrer tiene 1.800 millones de euros y que su fortuna hace el número 1.098 del planeta. El pobre don Gabriel, currando como un loco toda su vida y formando a sus hijos para que éstos recojan su relevo de la manera más eficaz posible, y luego resulta que Jordi Pujol y sus niños, sin salir de Barcelona y sin un negocio conocido comparable ni de lejos a Sol Melià, están mucho más forrados que él. El niño mayor del señor Pujol, para redondear la cosa, es un hortera de bolera que almacenaba coches de lujo en un garage. La enseñanza está clara: si eres una choni inculta que sale por la tele estás forrada, si tienes una carrera sirves comida en un restaurante, si trincas dinero público tu fortuna es despampanante. Esto debe ser la Marca España.
