Ser policía local
es, a veces, duro oficio,
tanto que puedes pensar
en poner el orificio
entre otros al poder
de algún duro comisario
que al final ha resultado
ser gañán extraordinario,
que como cree ganar poco
y padecer gran presión
decide asignarse un plus
por medio de la extorsión.
Y los concejales, ¡ay!,
mirando para otro lado,
no fuera que un empresario
gordo vaya de tapado.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!