La avispa asiática ha llegado a Mallorca. La especie invasora que puede trastocar el siempre delicado equilibrio de los ecosistemas mallorquines ha conseguido establecer una sólida cabeza de playa en Sóller. Al doblar en tamaño a las avispas autóctonas, tener un comportamiento caníbal y ser una fuerte depredadora, las abejas mallorquinas corren un serio peligro de ser diezmadas por las incursiones de la avispa asiática. Estas avispas pueden anidar casi en cualquier lugar, incluso en las copas de los árboles de más altura, lo que dificulta no poco la ofensiva para erradicarla. La avispa asiática se caracteriza, cuando pone en marcha las expediciones de caza, por destripar a sus víctimas, seccionarles el abdomen, que transportan a sus nidos para alimentar a las larvas. Se trata de unos insectos muy agresivos, a los que hay que combatir antes de que logren extenderse por toda Mallorca.
El apicultor Tomeu Serra conoce de cerca a la avispa asiática, la "vespa velutina", sabe de su capacidad depredadora, por lo que dice que hay que combatirla sin dilación, con los productos adecuados, alguno elaborado por él, para frenar su propagación. Serra redactó en su día un estudio sobre las abejas para la dirigente del PP Loyola de Palacio. Afirma que no se le hizo ningún caso, añadiendo que "por mucho que digo cómo están las cosas en la Apicultura nunca se me ha prestado atención". Sobre la avispa asiática destaca que es capaz tanto de construir sus nidos a ras de tierra como en las copas de los árboles, en realidad puede hacerlos en cualquier sitio. Sus nidos son grandes, en tierra tienen el diámetro suficiente para que quepa un cubo. Esta avispa llegó primero a Francia, después se instaló en Galicia y Guipúzcoa y ahora está estableciéndose en Mallorca. "Es considerablemente de mayor tamaño que la mallorquina -explica- y lo poco que sabemos de su comportamiento es que se trata de una avispa muy agresiva, con algunas pautas similares a las de la avispa mallorquina, lo que quiere decir que depreda a las abejas; les corta el abdomen transportándolo a sus nidos". Añade que "puede ser peligrosa para las personas, puesto que le gustan las basuras en las que se hallan restos de fluidos, especialmente helados".
No beligerancia
Serra dice que por el momento no se tiene constancia de que entre la avispa asiática y la mallorquina exista un comportamiento agresivo, más bien parece que se ha establecido una suerte de no beligerancia; lo que sí hace es depredar a las abejas de la miel. "Vuelan alrededor de la colmena y cuando ven que es el momento adecuado embisten causando estragos en la colmena, sobre todo en los meses de otoño, que es cuando exhiben una mayor agresividad", manifiesta el apicultor, para el que "la preocupación se está incrementando dado que al ser aquí el clima más cálido, la incidencia de la avispa asiática va a ser mayor". "Es indispensable actuar antes de que se complete su ciclo reproductor, ya que después será mucho más difícil erradicarla", asegura, añadiendo que "en Sóller parece que las cosas se empiezan a complicar".
Los tratamientos para combatirla se han de aplicar cuando se están alimentando, en el momento que se produce el sellado de las celdillas en las que anidan las larvas. El producto, que para ellas constituye un alimento irresiltible, las mata al cabo de unos días, al igual que a las larvas. Tomeu Serra asegura que en los nidos en los que ha ensayado su producto éste ha funcionado a la perfección; además, se puede instalar a una cierta distancia del nido, no es necesario depositarlo en sus inmediaciones.
Tomeu Serra afirma que la apicultura balear requiere una importante remodelación y guía en la mejora de las colonias de abejas, insustituibles para garantizar la polinización, tanto de plantas cultivadas como silvestres, sin que pueda dejarse de lado la importancia económica de la cuestión". Terrasa informa que el censo apícola español alcanza los dos millones y medio de colmenas. En la Unión Europea su número llega a los once millones. Si la avispa asiática consigue instalarse por la mayor parte del Continente, y algunos expertos señalan que es lo que ocurrirá si no se adoptan medidas drásticas, la situación puede llegar a ser catastrófica. Sucede, además, que en los últimos seis años en las colmenas de Europa y de buena parte del mundo, se ha extendido una epidemia, que Terrasa califica de "misteriosa", además de "muy perjudicial", de la que no se sabe casi nada, a la que se ha dado en denominar "despoblamiento de colmena". Dice que tiene asentamientos en una cuarentena de colmenas que en primavera, debido a la debilidad de las colonias, se llegó al extremo de no apreciarse enjambres.
De todas las comunidades españolas, la balear es la que reúne las mejores condiciones geográficas para el desarrollo de la Apicultura, dice Terrasa, para quien la llegada de la avispa asiática viene a complicar todavía más la situación, dado que si la depredación de las colmenas de abejas de la miel alcanza determinados límites las cosas se pondrán muy difíciles, por lo que reitera que es imprescindible iniciar cuanto antes las actuaciones necesarias para limitar los asentamientos de esta especie invasora, aunque resulte muy complicado conseguir que desaparezcan de la Isla, puesto que una vez que han llegado la extinción total es casi imposible. Tomeu Serra remitió al anterior Govern balear, concretamente al conseller Company, un amplio informe en el que establecía las pautas a seguir para lograr una revitalización de las abejas productoras de miel en Mallorca. Lamenta que no se le hiciera caso. En el informe se dice que con los nuevos métodos aplicados, orgánicos y carentes de toxicidad, se obtuvieron unos excelentes resultados después de la tercera cosecha de miel, la de primavera, sobre 248 colmenas.
Actuar de inmediato
Volviendo a la avispa asiática, ahora una de las principales preocupaciones para la apicultura mallorquina, Tomeu Serra afirma que es necesario estudiar a fondo su comportamiento, conocer mucho más de lo que hasta el momento se sabe sobre ella. No es solo que preocupe su gran tamaño, sino que también se han de conocer sus comportamientos depredadores, puesto que si no se actúa de inmediato no es descartable que acabe por tener un impacto muy negativo sobre las colmenas de abejas mallorquinas. Asentada en la zona de Sóller, también en Deià, la pregunta es cuánto tiempo tardará en extenderse por toda la Isla en el caso de que no se ataje rápidamente su expansión. No hay ningún estudio concreto sobre el asunto, pero es plausible pensar que en pocos años puede haber colonizado extensas zonas, lo que, lógicamente, hará cada vez más difícil combatirla. Serra ha podido observar su capacidad depredadora, lo que es capaz de hacer con las abejas de la miel, lo que le lleva a afirmar que no se han de escatimar medios para combatirla. "Se trata de una especie invasora muy agresiva -afirma-, que, si se la deja a su aire, es muy capaz de alterar considerablemente el equilibrio ecológico de Mallorca al tener una gran incidencia sobre las abejas, las productoras de miel y responsables de que la polinización se culmine con éxito". Serra dice estar totalmente dispuesto a colaborar con las autoridades, darles a conocer los productos que utiliza para combatir la avispa, a fin de evitar que la situación llegue a ser incontrolable. "Hemos de tener en cuenta -resalta- la inmensa importancia que las abejas tienen en el mantenimiento del equlibrio ecológico del planeta". "Si desaparecieran -añade- la castástrofe adquiriría unas dimensiones inimaginables, quedarían irremediablemente dañados todos los ecosistemas del planeta y las repercusiones nos podrían llevar a unos extremos muy peligrosos".
El hecho de que la avispa asiática pueda anidar en lugares muy diversos, incluso en las copas de los árboles más altos, a muchos metros de altura, hace que, como ha resaltado Serra, combatirlas tenga una dificultad añadida. "Trepar hasta las copas en los que están los nidos para exterminarlas es un trabajo muy complicado, difícil, y hasta peligroso -dice-, por lo que es necesario ensayar otros sistemas, y uno de los productos que he elaborado es muy eficaz, puesto que permite depositarlo a una cierta distancia del árbol en el que se ha detectado el nido y esperar que las avispas acudan hasta él para alimentarse y nutrir a sus larvas; el producto hace su efecto al poco tiempo: mata a las avispas y a sus larvas, con lo que se elimina el nido". Serra está a la espera de que desde la Administración se pongan en contacto con él para dar a conocer tanto el producto que ha inventado como el sistema que utiliza para combatir a la avispa asiática, a la que, insiste una y otra vez, hay que eliminar si no se quiere que las abejas de la miel pasen por un trance especialmente difícil. "La miel que las abejas mallorquinas producen -asegura- es de muy buena calidad, por lo que es evidente que no podemos dejar que las colmenas se vayan reduciendo, tanto por la depredación de la avispa asiática como por otras causas, las que se están investigando en todo el mundo".
El grado de peligrosidad que tiene para las personas todavía está por evaluar. El hecho de que su tamaño alcance el doble que el de la avispa mallorquina de por sí ya entraña un peligro evidente: la picadura de una avispa asiática es especialmente dolorosa, por lo que Serra asegura que "puede llegar a ser peligrosa" e insiste en la querencia que tiene por los depósitos de basura en los que existen fluidos. "Hay que tener cuidado con ellas -afirma-, porque una picadura de avispa, también la de abeja, siempre es dolorosa, y está claro que el tamaño de la avispa asiática le da una peligrosidad que no conviene pasar por alto, hay que tenerla muy presente, aunque tampoco hay que exagerar las cosas, sino que de lo que se trata es de tener la precuación adecuada".
Al preguntarle qué es lo que está sucediendo con las abejas de la miel, las noticias que llegan de su progresiva disminución, sin que se conozcan las razones, responde que se trata de una situación para la que todavía no se ha dado con un diagnóstico convincente. Hacia 1999 se empezaron a apreciar los primeros síntomas epidemiológicos, iniciándose un despoblamiento en las colonias de abejas. En 2004 Tomeu Serra puso en marcha sus métodos para revertir la situación, pero después de una "corta tregua", a partir de 2005 se declara la epidemina denominada "despoblamiento de colmena", que es la que ha ido diezmando las colmenas desde entonces.
Especies invasoras
Las especies invasoras susceptibles de alterar los equilibrios de los ecosistemas han empezando a extenderse a causa de la globalización, de la enorme movilidad humana existente en la actualidad, que es aprovechada por las especies invasoras, esencialmente oportunistas, para instalarse en ecosistemas que no les son propios depredando a las especies autóctonas. Eso es lo que acontece con la avispa asiática: ha conseguido llegar a Mallorca, no se sabe muy bien cómo, aunque se apunta que ha podido ser en el interior de algún camión de transporte de mercancías, y se prepara, si no se toman las medidas adecuadas, para expandirse por la geografía mallorquina.
Serra insiste en la cuestión primordial: las abejas de las miel en todo el mundo pasan por una situación complicada; no se conocen las causas, pero su población mengua, con las consecuencias descritas; por ello si, encima, se las tienen que ver con la depredación de una avispa que dobla en tamaño a la que tienen como depredadora autóctona las cosas se complican extraordinariamente. Otra de las características que suelen exhibir las especies invasoras es la de su gran capacidad de adaptación al nuevo medio, hasta el punto de que en poco tiempo consiguen establecerse incluso con más garantías de supervivencia que las autóctonas. Si se deja prosperar a la avispa asiática, lo que puede acontecer es fácilmente predicible: las colmenas de las abejas de la miel llegarán a una situación límite.
