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Medio ambiente

Y tú, ¿qué eres?

Ecoembes ha realizado un estudio donde clasifica a los ciudadanos, según sus hábitos de reciclaje, entre Ecofriendly, ciudadano difuminado y el poco comprometido

Nunca es demasiado pronto para aprender a reciclar.

Una lata de refresco, un brik de leche o una botella de detergente, al final de su vida útil, tiene dos posibles camino: el contenedor de rechazo o el amarillo. La decisión última recae en el consumidor que, en base a varios factores, acaba decantándose por el reciclar el residuo o no. ¿Qué determina su decisión final?

Ecoembes, la organización que gestiona la recuperación y el reciclaje de los envases de plástico, las latas y los briks (contenedor amarillo) y los envases de cartón y papel (contenedor azul) en toda España ha elaborado un estudio para determinar factores clave en el reciclaje de los ciudadanos de Balears: Estudio de hábitos y actitudes de la población española frente a la separación de los residuos y la recogida selectiva, realizado por IPSOS para Ecoembes. Así, el ecologismo, la educación y el beneficio social son las principales motivaciones de los ciudadanos de las islas a la hora de separar los residuos y reciclar.

"La mayoría de los baleares que afirma reciclar lo hace para contaminar menos y proteger el medio ambiente (99%), así como para dejar un mejor legado a las generaciones futuras (94%)", explica Antonio Barrón, director de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes. Además, la posibilidad de reutilizar los residuos para la fabricación de otros productos (94%) es otra de las motivaciones. La educación es igualmente relevante. El 96% de los encuestados que asegura reciclar lo hacen con el objetivo de concienciar a sus hijos en esta materia. "En lo que se refiere a la minoría de ciudadanos que declara no separar sus residuos, el estudio también analiza sus motivos. Entre ellas, está la falta de espacio en sus hogares, a la que alude un 28% de ellos", apuntan desde Ecoembes.

El estudio ha elaborado además una radiografía de los ciudadanos a la hora de reciclar estableciendo tres tipologías: Ecofriendly, ciudadano difuminado y poco comprometido.

El 81,9% de los baleares encuestados pertenece a la primera categoría, compuesta por ciudadanos comprometidos con el medio ambiente que respetan y protegen el planeta. Son conscientes de que respetando el entorno dejarán un mejor legado a las generaciones futuras y se encuentran en el camino hacia la sociedad del reciclado ya que afirman conocer, separar y reciclar los siete principales tipos de residuos generados en los hogares (latas, envases de plástico, briks, aluminio, papel, cartón y vidrio) o al menos cinco de ellos. El estudio también analiza el perfil y retrata a un ciudadano con edad comprendida entre los 35 y 54 años, y con diferencias muy leves entre hombre y mujer.

Tras esta categoría se encuentran los otros dos tipos de separadores. En la categoría de Ciudadano difuminado se ubica solo el 9,4% de los ciudadanos de las islas que asegura reciclar. Destaca su menor implicación con el cuidado del planeta a través del reciclaje, pues sostienen que separan entre tres y cuatro de los siete tipos de residuos.

En el último peldaño de este escalafón se encuentra el perfil Poco comprometido, formado por ciudadanos despreocupados con el cuidado del medio ambiente. Un 8,8% de los baleares encuestados no cree en los beneficios del reciclaje y/o tampoco los conoce, ya que afirman separar entre dos y ninguno de los siete tipos de residuos.

Apuesta por el desarrollo sostenible

Estos perfiles permiten afirmar que, aunque todavía queda camino por recorrer en materia de concienciación y educación, el reciclaje es un hábito extendido en los hogares baleares, lo que demuestra su gran compromiso con la sostenibilidad. La implicación de todos los actores sociales y la constante progresión en la tasa de reciclaje conlleva, además, importantes beneficios ambientales. En total, en Balears se reciclaron el año pasado 34.680 toneladas de envases domésticos.

De hecho, cada ciudadano de las islas depositó una media de 15,4 kilos de envases ligeros (envases de plástico, latas y briks) en el contenedor amarillo, mientras que los envases de cartón y papel depositados en el contenedor azul (31,1 kilos) superaron a la media nacional con 16,4 kilos más por habitante. "Estos buenos resultados son fruto de un modelo de colaboración público-privada que empieza con el ciudadano al depositar los envases en uno de los 10.172 contenedores amarillos y azules distribuidos por toda la geografía balear para acercar el reciclaje a la población", aseguran desde el sistema integrado de gestión. De igual modo, su aportación a la sociedad se refleja en su labor de concienciación en valores ambientales. Para ello, se ponen en marcha numerosas campañas de comunicación, talleres de educación ambiental y cursos de formación. "Estos datos demuestran que poco a poco, con esfuerzo, concienciación y altas dosis de colaboración, estamos avanzando hacia la sociedad del reciclado. Es un compromiso de todos los baleares hacer de nuestro entorno un gran lugar para vivir. Respetando el presente, nuestro futuro será aún más sostenible", asegura Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes.

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